Y, ¿qué es lo que no me explico? Sencillamente, no me explico la terquedad de Hipólito Mejía en echar por el suelo los principios primigenios del PRD. Un hombre que apenas tiene 13 años como militante perredeísta, se ha olvidado (o nunca lo supo) que el PRD es opuesto a la reelección desde su fundación hace 65 años.

Y ahora viene Hipólito Mejía, rodeado de un grupo de recién almidonados funcionarios, y destruye de un plumazo toda esa historia venerable.

Pero hay algo que sí me explico. Salvo que este pueblo esté contento con el peor gobierno de su historia, el pasado tres de febrero se publicó algo que me hizo pensar que por muy perredeístas que sean los hijos de Machepa, la clase pobre y de la empobrecida clase media, el 16 de mayo Hipólito Mejía sufrirá tal derrota que por vergüenza se irá del país.

Esa publicación señala que en el 1999 el quintal de varillas costaba RD$285.00 y ahora…RD$1,500.00. Que la funda de cemento costaba RD$68.50 y ahora…RD$265.00. Que el zinc de calidad costaba la hoja RD$58.00 y ahora RD$260.00. Que el zinc sencillo costaba RD$45.00 la hoja y ahora…RD$215.00 Que el metro de arena costaba RD$120.00 y ahora… RD$275.00. Que la grava costaba RD$235.00 el metro y ahora…RD$450.00.

Que el block costaba RD$7.00 la unidad y ahora…RD$22.00. Y que un inodoro blanco costaba RD$700.00 y ahora…¡RD$1,500.00!

Pero, ¿es posible esto? Pues sí, es real, posible y destructivo.

Y no hablemos de la comida porque con un plátano a RD$7.00 y un huevo a RD$5.00, ¿qué familia pobre puede comer? Tampoco toquemos el asunto de la prima del dólar. En uno de los cuarenta y tantos viajes de Hipólito Mejía al extranjero, en aviones privados, el presidente dejó la prima en RD$17.2 por uno, tal y como la dejó el gobierno anterior. Hoy está por encima de los 50 por uno y el hombre no se inmuta siquiera.

¿Quién puede construir o comprar una casita ahora con los costos actuales? Nadie, salvo que quiera endeudarse con un banco para toda la vida.

El «caso Baninter» todavía no está cerrado. Se investiga por lo bajo cómo el Gobierno permitió el desastre de ese banco, que era recuperable y como sencillamente «desguasó» la Intercontinental de Seguros, una empresa sólida valuada en US$100.0 de dólares.

Mejía tiene este país endeudado hasta la coronilla, pero para él eso no importa.

Y para terminar, ¿quién diablos le ha metido en la cabeza a Hipólito Mejía la idea de que «falta mucho por hacer», cosa que es cierta? Lo que no es cierto, aunque los adulones digan lo contrario, es que es el propio Hipólito Mejía quien debe de hacerlas.

Los países sufren a veces enfrentamientos internos que dejan malísimos recuerdos, de aquellos que enemistan a los dominicanos entre sí. Y todo por la maldita (perdón, Dios mío) política…y los políticos ambiciosos que sin tener la capacidad necesaria para gobernar, creen que sí la tienen y llevan sus países a la ruina.

¡Pobres de ellos, porque la historia no los perdonará!