Aunque el suministro de agua potable llega sin falta al menos tres días cada semana al populoso sector de Villa Consuelo, los vecinos se quejan porque la reciben por tiempo muy limitado y con poca presión, que a veces evita que puedan utilizarla.
Ayer, los vecinos se apresuraban a conectar sus bombas ladronas y emplear desde piscinas inflables hasta floreros para hacer acopio del agua, pues aseguran que no regresará hasta el lunes.
Los residentes en el sector están acostumbrados a los horarios del agua: lunes, miércoles y viernes, en ocasiones sólo por dos horas.
Como explicó Mario Pérez, residente en la calle Manuela Díez, a veces tiene que levantarse a las 4:00 de la mañana para recolectar agua y poder hacer sus quehaceres. Mientras en la calle Baltazara de los Reyes, la señora Martha Lorenzo se apuraba en limpiar su casa. Contó que hacía días que no había podido limpiar los pisos y ventanas, porque tenía que priorizar el uso del agua para la cocina y el baño.
Usaba una manguera para llenar una pequeña cubeta conectada directamente a las tuberías comunes de la calle, la misma manguera que luego usó su vecina de arriba para conectar una bomba y hacer sus oficios.
Bélgica Corcino, otra vecina, se quejó de que el suministro es cada vez más precario, porque el agua llega por poco tiempo y sin presión. Es la misma crítica de Josefina Severino y Edenia Casado, de la calle Ana Valverde.
En medio de todo, para Providencia Mateo, de la Concepción Bona, ayer fue día de júbilo porque coincidieron los servicios de agua y luz, permitiéndole utilizar su lavadora en la acera, y allí entre pilas de ropa y cantando a toda voz canciones de Roberto Ledesma, la señora iba Camino del puente.