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Fausto Polanco y el merengue

Es de mediocres no reconocer que el periodista Fausto Polanco levantó una gran polvareda de merengueros, algunos olvidados por completo, al desempolvar el oxidado Día Nacional del Merengue. Polanco, al que yo bauticé hace años como el “pequeño Larousse del merengue”, con poco tiempo para celebrar, hizo una campaña descomunal que puso, no solamente a los artistas del merengue en acción, sino, también a los comunicadores, emisoras de radio y canales de televisión. Gracias al expresidente de Acroarte, el Día Nacional del Merengue no pasó desapercibido, como años anteriores, cuando ni siquiera los propios merengueros se acordaban.

Ya pasó el Día Nacional del Merengue, ¿y ahora qué? Les toca a los propios músicos reagruparse en el negocio de la industria del merengue y darle un sentido institucional, porque Fausto no es merenguero, ni músico, ni cantante, ni artista, y mucho menos se despatilla. Polanco es periodista, y da pena y vergüenza. ¡carajo! que tenga otro que organizar su día y que los artistas no tengan una institución seria y que se respete. Acroarte celebra su día, el Circulo de Locutores celebra día, el Colegio de Periodistas celebra su día y la Amucaba, ¿qué celebra?

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