Querido Merengue: He escuchado por varios años dizque que usted está en crisis, y que hay otros ritmos como la salsa y la bachata, y corrientes musicales como el dembow y el reguetón, que dicen te han desplazado del primer lugar que ostentaba antes. Con el perdón de usted, Señor Merengue, me resisto a creer eso. Una mentira dicha miles de veces, al tiempo se convierte en verdad. Quizás le hayan dicho hasta la saciedad esa falsa, que de tantas veces repetidas, hasta usted se lo ha creído. ¿Quien dice que usted, Señor Merengue, está en crisis? Usted no está en crisis.
Al contrario, son algunos de los nuevos consumidores y bailadores que están en crisis. No hay nadie como usted, Señor Merengue. Con sus contagiosas notas musicales y ritmos cadenciosos, no hay ningunas corrientes musicales que se te peguen. Pero antes de que se vaya, Señor Merengue, si es que se quiere ir, déjeme la tambora, la güira y el acordeón como recuerdo. No haga como su hermana menor, la mangulina, que se murió sin dejar huellas.