En vivo: Mal pagado

En vivo:  Mal pagado

Me parece estar leyendo una novela de Franz Kafk o estar en una butaca presenciando una obra de teatro del absurdo, cuando vi los bailarines del Ballet Nacional Dominicano, de la Compañía Nacional de Danza Contemporánea y del Ballet Folclórico, junto a los actores del Teatro Rodante, marchando por un salario digno. No ahora, sino desde siempre, los trabajadores de las bellas artes son una especie de cenicienta para el Ministerio de Cultura. Incongruente ¿no? No es posible que, en pleno siglo XXI, los bailarines clásicos y actores hayan hecho una huelga para mendigar una migaja de sueldo. Cuyo salario no da para comprarse una zapatilla y un leotardo de ballet. ¡Eso da pena y vergüenza! Estos profesionales, además mal pagado, están ensayando en una aula de la Escuela de Bellas Artes, que no reúne las condiciones ni siquiera para una cárcel, en vez estar en el recinto que le pertenece: Palacio de Bellas Artes. La promesa que recibieron de las autoridades de Cultura es que reclamen a la Presidencia. Ojalá el nuevo ministro sea más sensible.

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