Yo creo que si algunas entidades del Estado auspiciaran regularmente conciertos de la música clásica dominicana, de canciones de compositores criollos, y hasta obras teatrales, sería un gran aporte al acervo cultural y artístico. Saben ustedes, amigos lectores, que ese rubro de la cultura no llama la atención de los patrocinadores, ni privados ni gubernamentales. Por eso, hay que aplaudir de pie que la Refinería Dominicana de Petróleo, a través de la fundación Refridomsa, produjera la velada “La canción lírica dominicana” realizada en jueves pasado en el Teatro Nacional. En el concierto se notó la química musical entre su director Manuel Tejada, los intérpretes del bel canto Pura Tayson, Anna Tonna, Otilio Castro y José Heredia; los maestros del piano María de Fátima Geraldes y Elioenay Medina con los instrumentistas de la “Camerata de Santo Domingo”. Se tocaron piezas de Julio Alberto Hernández, Enrique de Marchena, Juan Francisco García, Billo Frómeta, Luis Rivera, Ramón Díaz Freeman, José Dolores Cerón, Nelson Lugo y Aura Marina del Rosario. Un elemento a resaltar es que de esos nueve compositores dominicanos, la única que está viva, con 92 años, y que estaba ahí en la sala del teatro, es Aura Marina del Rosario.