Yo estaba convaleciente producto del accidente cerebral que sufrí el 24 de marzo del 2010, cuando alguien entró a la habitación y me susurró al oído: “Supiste… Gustavo Cerati, el cantante rockero argentino, acaba de tener un accidente cerebro vascular en Venezuela, lo mismo que te dio a ti, pero hay mucha probabilidades que él quede como un vegetal”.

A mí no me habían dicho qué era lo que me sucedió ¡…uf!, pero a partir de ahí se desencadenó en mi mente una retahíla de interrogantes, con el consabido hecho de que la persona que me susurró la información lo había realizado de buena fe, con el propósito de que supiera que yo estaba muy bien con relación a Cerati.

Yo, aunque no quedé como un vegetal, viví en carne propia la experiencia de un ACV, de estar encerrado en un cuerpo, mudo, oyendo nada más, sin poder hablar, con la mente revuelta y los sentidos confundidos… Sé lo mucho que sufrió Gustavo Cerati.

Pero también sé lo mucho que sufre Yaqui Núñez del Risco, que sin poder hablar nada, sigue siendo el maestro de la palabra hablada.