Siempre he escuchado decir a mi santa madre, doña Carmen, que lo único que se necesita para morir es estar vivo.

Por esa filosofía y esa confianza en Dios, ella batalló contra viento y marea cuando sufrí el accidente cerebro vascular que por poco me manda al mundo de los muertos, hasta tal punto que soportó la falsa noticia de que yo había fallecido. Igual ocurrió con el caso de Sonia Silvestre. ¡Cuánto daño se les hace a los familiares! Finalmente, Sonia, la Silvestre, murió después de sufrir un accidente cerebral. Me da mucha tristeza, mucha.

La tarde del sábado lloró, porque Sonia se fue de este mundo. Ya no podré verte en el “Bar de Lucía” cantando “Para vivir”, junto a Víctor Víctor, tu “Compañero” de siempre.

Sonia es la “Nueva Canción”, la Silvestre sigue cantado a “Los Poetas de la Patria”, a Pedro Mir y Aída Cartagena Portalatín, por ejemplo, “hay un país en el mundo” y “Patria, Minerva, María Teresa”. Pero “Te regalo mi tristeza”, o alguien “Que la quiera”, ya que “Yo Quiero Andar” con un “Corazón de Vellonera”, porque “La noche es para un largo viaje”, más sin embargo, “Yo fui por todas partes” y “Ojalá” nos encontremos un “Andresito Reyna”. Descansa en Paz querida Sonia.