No acabo de entender a la justicia dominicana, por más que me lo expliquen.

El locutor Luis Zapata Sánchez está preso desde hace muchos años por un tecnicismo legal. Un tecnicismo, tal vez, que llevó a un tribunal a liberar a cuatro de los cinco inculpable del caso de Francina Hungria. Y así, los tribunales todos los días dan cátedra de impartir mala justicia, soltando a traficantes de drogas, delincuentes y asesinos.

Unos de los principales objetivos que persigue la justicia es resarcir los daños que por culpa de una persona le pueda causar a otro. A Zapata Sánchez le condenaron por seducción a una menor. Tiene más de la mitad de la condena cumplida. Y no solo eso, se casó con la víctima, después del hecho procrearon hijos estando en la cárcel, y su esposa va todos los días a llevarle la comida, amén de que ella retiró la querella hace años.

Zapata Sánchez pagó su culpa. ¿O lo van a dejar que se pudra en una cárcel de Monte Plata?. Suelten a ese muchacho para que se reintegre a la sociedad, a la locución con su estilo inconfundible y alegre.