En vivo
Preguntas sin respuestas

En vivo<BR>Preguntas sin respuestas

Como dije en una columna anterior, ahora que sufro algunos inconvenientes como secuela del accidente cerebral,  me doy cuenta de la miseria humana que arropa gran parte de la sociedad. El que nace con algunas limitaciones, sea rico o pobre, alguna vez ha experimentado lo despiadada que es una sociedad a la que no le importa nada.  Como escribió el periodista José Rafael Sosa: “ …un cuestionamiento a toda la sociedad  que sigue mirando con distancia y discrimen a quienes no considera normales”. Por suerte, no todo está perdido en esta patria mía.  Hay hombres y mujeres, que son sensibles ante las limitaciones de los demás. Este fin de semana hubo un musical teatral con niños y adolescentes con discapacidades como resultado de Síndrome de Down, autismo o parálisis cerebral, que se denominó   “Gliburbit”, organizado por la Fundación Yo También Puedo. ¿Qué culpa tiene un niño de haber nacido así? ¿Quién elije nacer así? ¿Se respetan los derechos de las personas con algunas limitaciones? ¿Hay una política de Estado? No.

Publicaciones Relacionadas