En Yabacao, Monte Plata, esperan por su  escuela desde 2002; solo tiene varillas

En Yabacao, Monte Plata, esperan por su  escuela desde 2002; solo tiene varillas

Decenas de niños de la comunidad de Yabacao, provincia Monte Plata, no podrán asistir a la escuela este año, debido a que su plantel se desplomó, hace once años y la construcción de la nueva planta está paralizada desde febrero.

Los padres expresan su preocupación, porque sus hijos tendrán que volver de nuevo a recibir clase en la escuela de la comunidad El Talao, un lugar de difícil acceso, al  que cuando llueve es imposible llegar.

Para paliar un poco la situación, la comunidad improvisó un pequeño cuartucho que sirve de aula, sin las más mínimas condiciones humana, donde albergan a 19 pequeños, que por la distancia no pueden trasladarse a El Talao

Confesor Pérez, habitante del lugar, narra las vicisitudes por las que atraviesan sus hijos, pero sobre todo, sus padres, cuando los pequeños salen bajo agua, ante el temor de que queden atrapado en los ríos que rodean la zona, como el Ozama, Yabacao y otros.

Larga espera. Winston Bautista, padre de varios niños,  explica que están sin aulas desde 2002, cuando la escuela que tenían se desplomó en momento en los que las autoridades  trataron de repararla.

La estructura que se levanta es de apenas dos aulas, para primero y segundo grado, pero la comunidad reclama  que se amplíe a cinco para que los niños puedan llegar hasta el quinto.

“Yo tengo un hijo que pasó ahora a cuarto curso  y  me da pena cuando se va bajo agua, caminando porque por aquí hasta los vehículos son escasos”, explica acongojado Bautista.

Lánguido de hambre.  Pero en este lugar no solamente falta la escuela, las familias que lo pueblan, no conocen de “la civilización” ni de modernismo, pues todavía cocinan en fogón, atizan leña, los pisos en su mayoría son de tierra y las personas envejecen de manera prematura por la miseria que padecen.

Es que estos seres humanos vivían de la industria de la caña, pero cuando   desapareció, se fueron sus fuentes de ingresos, por lo que hoy solo algunos, los más jóvenes, viven de la pesca en los ríos cercanos.

A pesar de que vivían en los campos de caña, luego de la privatización de los ingenios, en el período 1996-2000, quienes poseían recursos e influencias se apoderaron de la tierra, por lo que ellos tuvieron que conformarse con el terruño donde se encuentran los barracones.

Anciano prematuro.  Narciso Joseph, con 64 años, parece de 90, lo que atribuye a la dureza de la vida, pues durante 40 años trabajó en la caña, pero luego de la desaparición de la industria, quedó en el bagazo.

 Hoy está abandonado, con una mano mutilada luego de dar su vida en los campos de caña.

Mientras Ramoncito Peña, cerca del mediodía atizaba un fogón de leña para hervir pedazos de yuca, que no sabía con qué lo acompañaría luego, ya que no disponía de recursos económico para comprar la compaña, a menos que consiguiera un aguacate en una cerca próxima.

ZOOM

El traslado

Juan Antonio García, director de la Defensa Civil, en el Distrito Municipal de San Luis, estima que el gobierno debe contemplar la posibilidad de trasladar a las familias que habitan Yabacao, debido  a que están expuestas al peligro en todo el año, ya que con cualquier aguacero quedan atrapados por la crecida de los ríos Ozama, Yabacao y otros.  Narra que lleva  años acudiendo a ese lugar varias veces al año a rescatar gente  hasta en helicópteros.

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