SAN CRISTOBAL.-   En  los últimos años  esta ciudad se ha convertido en un refugios de enajenados mentales que deambulan por  las calles, los mercados públicos, las iglesias poniendo en peligro  muchas veces su vida y la de algunos ciudadanos.

Mientras la población parece haberse acostumbrado a estos pacientes psiquiátricos, unos agresivos,  otros pasivos que caminan calles arriba, calle abajo  de un bario a otro y las principales  plazas comerciales.

Incluso hay unos de estos marginados sociales que lleva más de 20 años frente al cuartel de la Policía Nacional, pernocta en la acera del frente y cubre su cuerpo con unos trapos viejos.

El dice que se llama José Manuel Alcántara, que viene del municipio de Palenque, sur de esta provincia al que no ha regresado jamás  luego  de “algunos problemas“que no recuerda.

Alcántara es pasivo, no agrede a nadie, dentro de su marginalidad conversa con una sonrisa con la gente que se le acerca o algunos que parece que el conoció cuando disfrutaba de  buen estado de salud mental.

Otra joven identificada   como Jessica  se pasa los días del centro de la ciudad hasta la principal plaza comercial de Madre Vieja Sur, ella  es objeto de burla de ciudadanos inconscientes de este realidad.

Hay otros que pululan  por el Mercado Modelo, la Parroquia Nuestra Señora de la Consolación, el Parque Central, entre otros lugares.

 La psiquiatra Wanda Fernández explicó que los enfermos mentales se refugian en los lugares donde puedan hallar alimento, seguridad o protección. 

Las claves

1.   Tratamiento

Fernández  señaló que las personas que padecen trastornos mentales tienen momento de lucidez y  con un tratamiento se podría reintegrar a la sociedad dependiendo del tipo de padecimiento.

2.  Hospitalizar

 La profesional dijo que ha intentando en varias ocasiones ubicar un lugar para “hospitalizar” los pacientes psiquiátricos que deambulan sin ningún tipo de protección por la calles de esta ciudad.