Decoremos con Kiki: Enamórate de tu habitación

Decoremos  con Kiki: Enamórate de tu habitación

San Valentín nos hace pensar en amor, y un ejemplo de amarnos es cuidar nuestros espacios, esos que nos guardan y son escenario de nuestro diario vivir. Sobre todo las habitaciones, donde nos relajamos y descansamos, ese lugar donde salimos en la mañana y volvemos a buscar energías.
El dormitorio es tan personal como nosotros mismos, y debe reflejar nuestro gusto y personalidad, pues es lo último que vemos al fin de la jornada y lo primero que ven nuestros ojos al despertar. Cada detalle debe ser de nuestro agrado y si hablamos de un espacio para la pareja, debemos pensar en dos.
Eso de que no importa cómo la decoremos, pues “al fin y al cabo no se ve y nadie la visita” debe ser un no rotundo, es precisamente para nuestro disfrute personal que debemos decorar. La cuevita de amor es la que debe llevar las sábanas más ricas, esas mesitas de noche que parecen piezas de arte y esas cortinas de terciopelo. Es esa estancia donde plasmar tus intereses, de rodearte de aquellas cosas bellas que te hacen feliz.
Si entre ambos eligen un color, para no hacerlo monótono, pueden llevarlo en varios tonos y texturas, así es más sencillo ponerse de acuerdo y no resulta una visual aburrida. No olviden los contrastes, donde hay dos, hay diferencias y pueden jugar con ellas perfectamente. Una pared azul fuerte contrasta con esa cabecera de cama rosa o algún color pastel.
Para hacerla romántica y acogedora, la experiencia debe ser de cinco sentidos, es decir, no basta con colocarla bella a la vista, hay que tener en cuenta la iluminación, temperatura, aromas y texturas. Coloca sobre las sábanas de algodón una manta mullida o cojines y almohadas en texturas suaves al tacto, o bien combina las telas para que la sensación táctil sea más placentera. No limites la habitación a solo dormir, si tienes espacio un pequeño sofá o unas butacas invitan a una conversación íntima antes de la cama, juega con los colores y las formas. Quizás esa butaca que ya no quieres para la sala puede tapizarse y transformarse para el dormitorio.
Sobre las mesas de noche, lámparas que te permitan atenuar la luz o que tu pareja pueda leer un buen libro mientras descansas. Ya no es imperativo que la cama y las mesitas sean iguales o que combinen. Para hacer una composición más interesante prueba elegirlas diferentes a la cama, ya sea en materiales, color o en estilo. Los espejos colgados a ambos lados de la cama en las mesas de noche son un toque actual y vistoso.
Las alfombras, ya sea una que vaya al pie de la cama o a cada lado, nos hacen levantarnos a una realidad más suave. Si las vas a utilizar, que sean de pelo largo y rico al tacto.
Mi habitación favorita es una con la cama siempre bien vestida y todo en su lugar. Si cuidamos el orden con espacios donde almacenar, ya sea en armarios o cajones bajo la cama, una visual limpia es siempre agradable y nos permite descansar. Cubrir las necesidades de ambos es vital, cargadores de gadgets, buena luz para los que prefieren libros, esas bandejitas lindas para los anillos o colocar un vaso de agua y el pastillero, los lentes o ese puchero de flores de seda, dan el toque final.
Solo me resta decirles que, en cualquier cosa que hagan, pongan el principal ingrediente, que es el amor. Aunque no lo crean, hay una gran diferencia -y se nota- cuando el amor es lo que nos mueve.

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