Familias haitianas fueron atacadas por encapuchados que les incendiaron las viviendas, lo que provocó que perdieran todas sus pertenencias y los obligó a refugiarse en cuevas junto a sus hijos en Mencía, Aguas Negras, Los Corrales, Ávila y otras localidades.
Esto ocurre en medio de la demora de Haití en entregar a los imputados de la muerte de los esposos Neida Urbáez y Julio Reyes Pérez.
Dominicanos y haitianos consultados piden detener la violencia, que dejó a los extranjeros sin semillas para sus siembras, herramientas, comida, ropa, dinero y todos los ajuares.
Nicolás Corona, Ángel Arturo Ciprián, Juan Vicente Féliz aseguran que los encapuchados llegaron el jueves a las 2:00 de la tarde y dieron fuego, expresaron su rechazo a la acción.
El haitiano Daniel Chales, afectado, describe que corrió despavorido a una cueva junto a sus siete hijos y esposa para salvarse.
“A esos delincuentes deben buscarlos para que paguen, pero nosotros no podemos pagar por ellos, que lo busquen y que los maten también, pero cómo vienen contra mi familia si no sabemos nada de eso”, dijo.
Fue quemado incluso un local utilizado como templo en Mencía, en la propiedad de Nicolás Corona.
Haitianos saquean. De acuerdo con versiones de los propios haitianos afectados, un grupo de sus compatriotas aprovechó la situación que vive la frontera para saquear los hogares de los residentes en predios agrícolas en la zona rural y en la urbana.
Según los testigos y los extranjeros agraviados, después del incendio, sus connacionales los atemorizaron y les robaron sus pertenencias.