Encíclica papal resalta amor y caridad humanas

Encíclica papal resalta amor y caridad humanas

CIUDAD DEL VATICANO (AFP).- La primera encíclica del Papa Benedicto XVI, que lleva por título “Deus caritas est” (Dios es amor) y busca reconciliar el amor humano y la caridad cristiana, fue divulgada ayer, miércoles, nueve meses después del inicio de su pontificado. En su primer documento doctrinal, Benedicto XVI promueve el amor y la caridad en un mundo donde con frecuencia se relaciona “el nombre de Dios a la venganza”, sostiene en la introducción.

“En un mundo en el cual a veces se relaciona el nombre de Dios con la venganza, incluso con la obligación del odio y la violencia, éste es un mensaje de gran actualidad y con un significado muy concreto”, escribe.

El documento, redactado en alemán, la lengua materna del pontífice, fue presentado en el Vaticano simultáneamente en español, francés, inglés, alemán, portugués y sobre todo en latín, idioma oficial de la Santa Sede.

La primera encíclica de Benedicto XVI, que en su versión en español tiene 77 páginas y cuenta con 42 epígrafes, se inicia con un pasaje de los Evangelios que resume la visión cristiana de Dios, del amor y de cómo debe desarrollarse en el hombre.

“Dios es amor y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él”. Con estas palabras de la epístola de San Juan, comienza la primera encíclica del pontificado de Benedicto XVI.

La encíclica está dividida en dos grandes secciones, una dedicada a la “unidad del amor en la creación y en la historia de la salvación”, y otra a la caridad, entendida como “el ejercicio del amor por parte de la Iglesia” y refleja su personal estilo, de profesor universitario, didáctico y a la vez de agradable lectura.

El Papa rehabilita el amor, inclusive físico, aunque advierte que el “eros degradado a puro ‘sexo’, se convierte en mercancía, en simple objeto que se puede comprar y vender, más aún, el hombre mismo se transforma en mercancía”, escribió.

Con dulzura compara el eros con el “éxtasis divino” y admite que el “amor a Dios y el amor al prójimo son inseparables, son un único mandamiento”.

En la segunda parte, el Papa alemán, reconocido teólogo, analiza la dimensión eclesial y social del amor y aborda el concepto de la caridad como “ejercicio del amor por parte de la Iglesia”.

La primera encíclica de Benedicto XVI, la número 294 de la historia de la Iglesia, se propone cumplir con las enseñanzas del cristianismo.

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