Encogimiento general

Encogimiento general

No hay dudas de que el Partido Reformista Social Cristiano ha sufrido una severa disminución de su importancia política. Tras la muerte de su “líder histórico”, el doctor Joaquín Balaguer, ningún dirigente de esa agrupación ha podido ocupar el lugar del desaparecido político, ni siquiera en calidad de “prospecto”, “promesa” o embrión. Quique Antún, Amable Aristy, actúan, cada uno por su lado, en un contexto de “debilidad institucional” que no les permitiría desarrollar políticas con argumentos propios. Se les mira como dos grupos menores, proclives a aliarse con el partido en el poder. Aristy ya ha declarado que él “siempre ha sido reeleccionista”.

El Partido Revolucionario Dominicano tuvo siempre dirigentes destacados, además del doctor Peña Gómez, el licenciado Majluta, el doctor Jorge Blanco, el Presidente Guzmán, todos fallecidos. En la actualidad ese partido sobrevive precariamente en medio de luchas internas. El ex-presidente Hipólito Mejía estuvo enfrentado durante largo tiempo con el ingeniero Miguel Vargas Maldonado. Poco antes de la elección de Luis Abinader como candidato presidencial, Hipólito Mejía expresó que no competiría con el Presidente Medina en las próximas elecciones. El PRD es un partido que obtuvo dos millones de votos en los pasados comicios. El PLD pudo retener el poder con el concurso de pequeños partidos aliados.

En este momento el PLD vive un dilema que consiste en definir: ¿cuál sería su mejor candidato después de agotar cuatro periodos constitucionales? Los partidarios de Leonel Fernández y los de Danilo Medina tienen ideas contrapuestas. Al problema intrapartidario se agrega la dificultad inherente al proceso de reforma constitucional que han iniciado once legisladores. También el PLD, partido gobernante, experimenta una disminución de su fuerza tradicional. Algunos partidos menores ya no están vinculados al PLD.

Los ciudadanos comunes miran este panorama con preocupación. Son siempre “votantes”, pero no necesariamente “militantes” de un determinado partido. El “encogimiento” de los partidos es, al mismo tiempo, encogimiento de las opciones de estabilidad política de los dominicanos. El empresariado, que habitualmente juega a todos los números de las “loterías políticas”, está tan preocupado como los ciudadanos de a pie. Auge de la delincuencia e incremento de inmigrantes haitianos, añaden pasiones al “encogimiento general” de los partidos y de las esperanzas de estabilidad.

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