Encrucijada

Encrucijada

La percepción es que a lo interno el presidente Danilo Medina se debate entre la lealtad a su partido y el cumplimiento de su deber como jefe de Estado, mientras el país se mantiene en un hoyo fiscal y la economía estancada, sin responder a los frecuentes estímulos monetarios. Su silencio genera incertidumbre y desconfianza, lo que no hace bien a la economía. Lo que debe prevalecer es el sentido de Estado cuando no hay manera de ocultar el desguañangue fiscal. Leonel Fernández abusó de los impuestos, dejando un déficit de RD$110 mil millones al 31 de agosto y proyectándose a RD$140 mil millones a diciembre.

Como consecuencia del irresponsable manejo de los impuestos, lo cierto es con FMI o sin él la economía deberá pasar por una cirugía mayor, con una prolongada convalecencia y un periodo de “España Boba”. Por eso no se entiende por qué el presidente Medina todavía no se pone de acuerdo con empresarios, sociedad civil y la fuerza política de oposición, para una reforma fiscal integral, que minimice el costo del ajuste para los pobres y la clase media, que relance la economía con un nuevo modelo de crecimiento. Si privilegió el FMI para un Stand By, debió dar un paso hacia adelante cuando conversó con el señor Gajdeczka, porque el enfermo se agrava dejando pasar el tiempo sin decidir.

El inusual informe de la Misión, que ni siquiera menciona la posibilidad del Stand By, es la mejor evidencia de que el presidente Medina se mantuvo ambiguo. La Misión escribió que se había comprobado el deterioro fiscal y de la economía en general, aprovechando para dar un giro a su visita a República Dominicana, que cumplía con el artículo IV del Convenio Constitutivo, es decir, no estaban en República Dominicana para negociar un acuerdo, lo que no es cierto. Dejando a un lado el tradicional estilo diplomático, con dureza describieron la situación encontrada, lo que no tiene precedente en la historia de las misiones del FMI en República Dominicana. Afirmaron: “Las posiciones fiscales y externas se mantienen débiles”. “La situación fiscal se ha deteriorado en la primera mitad del 2012”. “Las perspectivas macroeconómicas para el corto plazo representan un reto para las autoridades, reflejando la necesidad de fortalecer el marco macroeconómico, incluyendo en particular ajustar significativamente la posición fiscal”. Es decir, una terrible condena a la gestión de Leonel.

Es probable que la indecisión del presidente Medina se relacione con el recetario que le leyó el señor Gajdeczka para un Stand By. Que el presupuesto del 2013 no debía superar los RD$450 mil millones, inferior en RD$70 mil millones al ejecutado en el 2012. Se necesitaban impuestos por RD$30 mil millones, porque los ingresos corrientes como mucho llegarían a RD$315 mil millones. El FMI autorizaría un financiamiento externo de solo RD$50 mil millones y RD$30 mil millones en préstamos de la banca dominicana y de otras fuentes, porque la condición innegociable era cerrar con un déficit de caja de RD$22 mil millones, parecido al que inicialmente se había aprobado para el 2012. El reto de Danilo es negociar un Stand By que no implique nuevos impuestos, es lo que se espera.

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