El Gobierno está bajo encrucijadas sin mostrar señales de rectificar.
Retiró propuesta de reforma fiscal sin insinuar alternativas. Desentendiéndose, siguen nombramientos y anunciando alegremente gastos corrientes sin corregir evasiones para aumentar recaudaciones y equilibrar finanzas, agravando el déficit preexistente.
Más déficit conlleva más endeudamientos.
El externo dificúltase o encarécese por falta de reformas, disminuyendo capacidad de pago. Menos financiamientos frescos sin equilibrar finanzas, presionaría devaluación, inflación. Acreedores pudieran convertirse en cobradores exigentes por temor a impagos y devaluación de deudas.
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Si es interno, seguirá succionando recursos privados a la economía reduciendo consumo e inversiones que estimulan producción.
Desvanécese reforma administrativa después de anunciarla pomposamente. Como reconocieron necesidad de modificar leyes, ahora plantean comisiones y planes. Allantan eliminando tres entidades de bajo presupuesto entre 366 existentes, re-eliminando eliminadas. Elon Musk plantea que gobierno norteamericano funcionaría con 99 agencias.
Agrávase situación migratoria por crisis haitiana y torpezas y negligencias dominicanas. Cierran frontera que luego reabren ciudadanos. “Muro” fronterizo se vulnera. Crea escándalos internacionales con arbitrarias deportaciones y metas incumplibles al volver deportados. Escasea mano de obrar para agricultura y construcción, deprimiendo producción.
Combate a corrupción se desinfla por caída de expedientes, desarmonía entre procuradores y jueces, ausencia de sanciones administrativas al funcionariado presente envueltos en escandalosos gastos: vehículos, eventos, alquileres, publicidad.
Coherencia partido-gobierno parece quebrarse. Funcionarios entrantes sacan trapos a correligionarios salientes. “Bases” reclaman. Aspiraciones presidenciales se desbocan, olvidando responsabilidades presentes.
Gobierno y ciudadanos reaccionan diferentes ante encrucijadas.
El Gobierno no parece percatarse de ellas. Cree que gobernar de maravillas, elogiándose y regodeándose de transformaciones imaginarias
Ciudadanía llena quejas en mentideros políticos, redes sociales y medios. Vive acechando al Gobierno, procurándole pifias.
En lugar de encarar quejas rectificando políticas y procederes, el Gobierno las refuerza evadiendo: Vendiendo ilusiones graciosas. Fijando metas a futuro lejano
Desentendiéndose de encrucijadas presentes; pierde respeto, credibilidad, confianza y autoridad.
Salir de estas encrucijadas exige reingeniería gubernamental que no luce autoagendable por un gobierno regocijado en si mismo con sus magras realizaciones.
Las Instancias responsables de la nación están desafiadas a viabilizar esta reingeniería.