Hoy 
POR LEONORA RAMÍREZ S.
La política de género distorsionada, el descuido de los programas de desarrollo, una abultada nómina de 659 empleados, incluidas siete «innecesarias subsecretarías», y la solicitud de 16 jubilaciones son parte de las tareas a enfrentar por las nuevas autoridades de la Secretaría de Estado de la Mujer.
Gladys Gutiérrez, quien dirige la institución por segunda vez, empieza a desempolvar expedientes sobre desembolso de recursos, el uso de equipos destinados a proyectos cooperativistas, el alquiler de almacenes para guardar materiales que no pertenecen a la dependencia.
Pero las tareas más apremiantes y difíciles, según explicó, serán la disminución de la empleomanía, revisar las jubilaciones y la inserción, aparentemente irregular, de varios empleados a la carrera administrativa.
«No es posible que hayan 16 empleados en el area de conserjería, que hayan integrado a la carrera administrativa a personas que no tienen el tiempo suficiente en el Estado, o que se incluyeran en la lista de jubilados a gente que hizo la misma solicitud en otras dependencias», refiró Gutiérrez.
Una de las principales medidas que tomará la funcionaria es la reducción de las subsecretarías. De las siete existentes dejará sólo dos vacantes «porque la carga económica es muy grande, ya que hablamos de salarios de RD$40,000, siete secretarias, siete vehículos asignados y siete choferes».
Al cuestionar el exceso de personal planteó que hay un desbalance del espíritu para el que fue creada la dependencia, porque la misma no está para recibir esa carga de empleomanía.
«Esta secretaría se ceró para lograr el empoderamiento de la mujer, nosotros somos la vigilancia, la voz de la mujer dominicana ante el consejo de gobierno, y sin embargo nuestra presencia es aún muy débil».
CAMBIO DE PROGRAMAS
Pero lo inconcebible, a su juicio, es la desnaturalización de un programa cooperativo creado con recursos del Fondo de Apoyo al Desarrollo (FAD).
«Esa agencia española nos prestó RD$50 millones para la creación de una cooperativa de mujeres, con componentes industriales y personales.
«Nosotros entregábamos máquinas de coser -pagadas por las beneficiadas- a mujeres de escasos recursos procedentes de barrios marginados de Santo Domingo, pero las pasadas autoridades lo distorsionaron, al donar las máquinas que formaban parte de la cooperativa.
Con esa decisión, explicó, cambiaron el protocolo del proyecto porque esos fondos conseguidos por la FAD tiene que pagarlos el Estado Dominicano.
LOS PLANES
El programa de trabajo de la Secretaría de la Mujer tiene varias vertientes, de acuerdo a las explicaciones de Gutiérrez. Entre estas, la instalación de oficinas en algunos países europeos, donde hay una gran presencia de dominicanas víctimas de la prostitución.
«La idea es que estas mujeres tengan información sobre sus derechos, y se les ofrezcan facilidades para su retorno, y se puedan desarrollar en el sector productivo del país».
Asimismo, el fortalecimiento de los programas de prevención de violencia intrafamiliar, ya que a su entender fueron descuidados…»se gastaron muchos millones en publicaciones, pero eso no es suficiente para enfrentar la violencia en los hogares».
También será reforzado un programa de prevención de embarazos en adolescentes, que funciona con los recursos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
