El experto en control biológico Odelys Jiménez aboga por la masificación de laboratorios de control biológico para minimizar los daños causados por plagas y aumentar la productividad en el sector agropecuario.

Jiménez afirmó que el uso de este sistema es menos costoso que los controles químicos.

Resaltó que es una necesidad que el país desarrolle un programa de control biológico de plagas para contrarrestarlas.

 “Se deben hacer inversiones en control biológico y en agricultura orgánica en vez de importar parásitos. También especializar a técnicos en programas en Alemania”, detalló.

El control biológico es un método de control de plagas, enfermedades y malezas que consiste en utilizar organismos vivos con objeto de controlar las poblaciones de otro organismo, según explica el portal de Internet Wikipedia.

Un estudio de la Facultad de Agronomía de Uruguay destaca que las enfermedades de postcosecha de frutas y hortalizas son una de las mayores causas de pérdidas en la producción de alimentos. Según estimaciones realizadas en Estados Unidos estas pérdidas se sitúan en aproximadamente el 24% de las frutas y hortalizas cosechadas, mientras que  en  países subdesarrollados alcanzan valores muy superiores.

Al participar en el Encuentro Económico de HOY, Jiménez expresó que Cuba, Venezuela, Estados Unidos y muchos países aplican programas exitosos en el control biológico.

Dijo que ahora se están introduciendo parasitoides producidos en otros países para controlar plagas. Y en el país se ha trabajado con hongos fitopatágenos, que son una alternativa para reducir las aplicaciones de fungicidas sistémicos utilizados dentro de un programa de manejo integrado de plagas.

Explicó que el trichoderma es el hongo antagónico más utilizado en el control de enfermedades, por la facilidad y lo que económico que resulta su producción con métodos rudimentarios. Básicamente el trichoderma es utilizado para controlar enfermedades y hongos del suelo.

“El control biológico es un método para eliminar plagas más avanzado que el uso de químicos, y se logra una gran estabilidad. En muchos países se logra crear la mentalidad de que sin el uso de químicos no se va a lograr nada y no es así”, expresó.

Agricultura orgánica.  Jiménez destacó que una de las debilidades de la agricultura orgánica en el país es el poco conocimiento y aplicación de técnicas de control biológico. “Los programas de agricultura orgánica deberían estar juntos con los programas que producen trichoderma para el control de enfermedades del suelo y deberían también estar creando enemigos naturales”, aseguró.

Sostuvo que los abonos orgánicos sirven para que se reproduzcan más  trichoderma.

Mencionó que cada campo de café debe tener un laboratorio de producción de enemigos naturales de la broca del café, de igual forma en banano, plátanos, invernaderos, entre otros.