La Asociación de Productores de Artesanía de Santo Domingo (Aproarte) buscan que en las escuelas públicas en el nivel secundario se imparta una materia sobre artesanía, lo que permitiría que estos se inserten en el mercado laboral rápidamente.

Para esto ya han tenido acercamientos con el secretario de Educación Melanio Paredes, ya que se estudia hacer cambios en el currículo educativo. Como parte de esto se plantea la posibilidad de que se incorpore la artesanía en el bachillerato.

La presidenta de Aproarte Solange Tavárez dijo que  incluso esta materia permitirá que los  trabajos artesanales que realizan los jóvenes bachilleres tengan una forma para pagar sus estudios universitarios.

“Hemos recibido apoyo de las autoridades en que se establezca la artesanía como una materia que le daría un apoyo, para que estos jóvenes cuando salgan puedan accesar a un medio de trabajo”, dijo.

Tavárez participó en el Encuentro Económico del HOY junto a representantes del sector artesanal del país, como Ramón González,  Angela Estevéz y  José Rosario.

Tavárez explicó que para este objetivo hay una gran cantidad de artesanos que podrían dar clases y sólo es necesario que estos se actualicen y que sean calificados por el  Instituto de Formación Técnico Profesional (Infotep).

Ramón González, presidente de la Unión Nacional de Artesanos (Unarte) destacó que además buscan que los bachilleres tomen prácticas, similar a las pasantía en los talleres de los artesanos.

En el país hay identificados unos 100 mil artesanos, de los cuales  20 mil  son productores de artesanía, en cada proceso artesanal se involucran entre cinco a 15 personas, en su mayoría familias. El sector mueve al año unos 300 millones de dólares.

Tavárez explicó que el 40% de los artesanos dominicanos trabajan para otra persona, es decir para el taller de un artesano que posee recursos, porque no pueden cubrir el costo de los materiales y el acceso al crédito es muy difícil.

Destacó que esta situación ha aumentado desde el año pasado porque el costo de los materiales ha aumentado.

Importaciones.  Además denunció que el 75% de la artesanía que se vende en el país proviene de China e Indonesia.

“No hay una marca de origen ni un sello en Aduana que diga viene de China y diga República Dominicana. No queremos que se rompen los acuerdos de libre comercio pero sí que haya una mayor protección y defensa del producto local, que no lo hay en estos momentos” resaltó. 

Dijo que por este problema el mercado local está bastante deprimido.

El presidente de Asociación de Artesanos Joyeros de Ámbar y Larimar José Rosario expresó  que el artesano tiene el problema que el que compra su mercancía al por mayor le da hasta tres y  cuatro meses para pagar, lo que dificultad el poder adquisitivo del artesano para la compra de materiales.  Rosario expuso  que esta situación que ocurre desde hace tres años,  obliga a que muchos artesanos tengan que cerrar sus talleres.   

Reglamentos  Mipyme

La presidenta de Aproarte urgió a las autoridades a establecer los reglamentos de la ley de Micro, Pequeña y Mediana (Mipyme) Empresa, ya que ésta permitiría a los artesanos un soporte por ley del sector micro y mediano empresarial.

Solange Tavárez dijo que desde diciembre del año pasado se trabajó con los reglamentos de la ley.  La ley Mipyme permitirá a los artesanos acceder a recursos con bajas tasas de interés,  un aspecto importante por las altas exigencias de la banca comercial para el sector.  Resaltó que solo exportan los artesanos que tienen gran capital, y algunos que se han asociado y juntando los recursos han podido dar este salto.  Dijo que se necesita un fondo para esto por la condición de vida de los artesanos que en su mayoría son pobres.  

Venta Larimar falsificado afecta artesanos

Artesanos denunciaron que las imitaciones chinas están afectando las ventas de artesanías hechas con Larimar, ya que en ese país asiático hacen piezas  que son muy idénticas a esa piedra semipreciosa,    única en el mundo, que se halla en la región suroeste de la República Dominicana, específicamente en la Sierra de Baoruco.

Denunciaron que esa práctica lleva alrededor de dos años y que le ha robado una buena parte del mercado a los artesanos dominicanos que trabajan con el larimar original,  ya que el  falsificado lo venden a un precio muy por debajo.

Dijeron que los asiáticos poseen las tecnologías necesarias para reproducir en grandes cantidades esas imitaciones y que las venden como obras de arte.

Sostuvieron que ese grado de tecnificación es tan alto que resulta muy difícil identificar entre la imitación de la gema y la  original.

Consideraron que las ventas de artesanías falsificadas es más difícil de controlar debido a que en el país no existe una marca de origen, lo que contribuiria a que las personas puedan diferenciar entre una pieza original dominicana y las falsificadas en China.

Sostuvieron que ya han denunciado esa situación, lo cual significa un engaño, especialmente para los turistas que visitan el país.

Lamentaron que el Goberno no se haya preocupado por desarrollar una marca de origen para el sector artesanal dominicano, ni tampoco por la creación de un organismo que los supervise.