La Asociación de Representantes, Agentes y productores Farmacéuticos (Arapf) estima que en el país se comercializan más de RD$1,000 millones en medicamentos ilegales al año.

Cabe destacar que el total de medicamentos comercializados alcanza los RD$7,000 millones.

Los invitados al Encuentro Económico de HOY, José Manuel Mallén, presidente;   Fernando Ferreira Azcona,  vice-presidente ejecutivo y Carlos Leroux Moya, miembro directivos de Arapf, pidieron que se apliquen las sanciones penales correspondientes y que se nombre un fiscal con jurisdicción nacional para enfrentar el problema, por considerar negligentes a  los fiscales de los pueblos en donde ocurre esa práctica negligentes en hacer cumplir la ley. 

Recordaron  que la venta ilegal de medicamentos en el país data de  muchos años.

Dijeron que lamentablemente esta violación   no es exclusiva de la República Dominicana, sino de muchos otros países,  hasta llegar al  punto de que alrededor del 30% de las medicinas que se comercializan en el mundo son falsificadas, según un estudio cuya procedencia no indicaron.

Señalaron que en el caso específico del país, Arapf ha denunciado la problemática en muchas ocasiones y no sólo por las cuantiosas pérdidas que representa para la industria farmacéutica, importadores y fabricantes, sino también por las graves consecuencias que conlleva contra la salud de la población.

Explicaron que de conformidad al numeral 8 del artículo 156 de la Ley General de Salud 42-01, modificada por la Ley 22-06, se castigará con sanción de 2 a 10 años de prisión la fabricación, importación, exportación, distribución, almacenamiento y/o comercialización de medicamentos falsificados, adulterados, vencidos, re-etiquetados, contrabandeados y sin registro sanitario vigente.

En tal sentido, los directivos de Arapt  denunciaron que  la Secretaría de  Salud Pública no ha procurado la aplicación de las sanciones correspondientes, a pesar de múltiples denuncias y de que existe información de quienes podrían estar detrás de la práctica de venta de medicamentos ilegales.

Pidieron a las autoridades competentes una solución  que permita la erradicación de esa práctica,  de modo que el caso que ocurre en Moca,  provincia Espaillat, no se repita en las demás.

Lamentaron que en el caso de las falsificaciones de vacunas para prevención y tratamiento del tétanos no haya sometidos a la justicia, a pesar de que se detectaron tres casos infragantes sobre ese delito.

El presidente de Arapf dijo que la mafia  de falsificadores de medicamentos posee   tecnología avanzada, lo que hace más difícil distinguir a simple vista  un medicamento original y otro falso. Puntualizó que tal grado de avance tgecnológico es debido a la gran cantidad de recursos que mueve esa práctica.

Recordó que hace aproximadamente dos semanas se detecto un cargamento de medicinas falsificadas y los ejecutivos de la farmacéutica que comercializa ese producto original explicaron que, cuando vioern el empaque del producto, les resultó  complicado identificar  el original.

Destaca el almacenamiento y transporte

El vicepresidente de la Asociación de  Representantes,  Agentes y Productores de Productos Farmacéuticos (ARAPF), Fernando Ferreira Azcona, dijo que el mal manejo en el almacenamiento y transporte de muchos medicamentos hace que los mismos pierdan sus propiedades y disminuyan su período de vigencia.

Respecto al almacenamiento, puso como ejemplo que si un medicamento cuya vida útil está pautada para caducar en marzo de 2012 y es sometido a una temperatura por encima de 30 grados,  a lo peor dura solamente 6 meses.

“Usted tiene que tener un almacén con aire acondicionado las 24 horas al día, con un par de plantas de emergencia, por si falla una se dispare la otra”, precisó.

Asimismo, destacó la importancia que juega una buena transportación de los medicamentos.

“Usted no puede transportar medicamentos como si fueran batatas, en la parte atrás de un camión, a agua, sol y sereno. Esas son de las cosas que no se cumplen en Moca, aparte de que se vende de todo”, afirmó.

Agregó que con el paso del tiempo, con la temperatura, la humedad, la molécula química degenera en un producto tóxico, un producto que no es conveniente porque no cura nada, pero podría degenerar en un compuesto químico que es perjudicial para la salud”.

Instó a los consumidores a adquirir los medicamentos en  establecimientos legales y evitar comprarle “a cualquier Juan de lo palote que anda por la calle”.