A pesar de que la construcción de las obras del Corredor Duarte eran necesarias, el proyecto no ha cumplido con los objetivos para los cuales se realizó, porque no ha resuelto el problema de los taponamientos, ni mucho menos el ahorro en el consumo de combustible.
De acuerdo con los ingenieros civiles Lázaro Isa y Jhael Isa, quienes participaron como invitados al Encuentro Económico de HOY, la razón por la cual la obra no ha cumplido su cometido es porque no se completaron los ejes viales entre las avenidas John F. Kennedy y 27 de Febrero.
Explicaron que el entrecruzamiento entre las avenidas Isabel Aguiar y 27 de Febrero tiene una intersección de siete patas que deben ser completadas.
Jhael Isa señaló que una muestra de las faltas que tiene el Corredor Duarte, es que no posee interconexión entre el Kilómetro 13 de la Autopista Duarte, en su intersección con la 27 de Febrero. Entonces es necesario completar la 27 de Febrero, donde se pueda entrar y pasar por intersecciones de nivel, dijo.
Consideró que como Santo Domingo es una ciudad que ha crecido horizontalmente, era necesario crear un tránsito de paso.
Consideró que el corredor Duarte está casi saturado debido a que en las horas de máxima demanda, a las 12:00 del mediodía y la 6:00 de la tarde, transitan más de cinco mil vehículos, y el Estado carece de medios alternativos para evitar que quienes tienen que atravesar la ciudad para llegar a otros destinos, utilicen la misma vía.
Explicó que aunque la avenida Jacobo Majluta fue el primer anillo periférico que se se construyó con ese propósito, la misma se ha desvirtuado y convertido en una vía más de tránsito local, en vez de una vía de paso, porque incluye todo el tráfico de Villa Mella y Charles de Gaulle.
Se entiende que un anillo más grande no va a solucionar el problema, lo que pasa es que cuando se construyó la Jacobo Majluta no se hizo una política de derecho vial, se permitió que se instalaran donde están todas las ciudades satélites una al lado de otra, entonces esa vía se convirtió en una vía local, no de paso, explicó.
En tanto que el ingeniero Lázaro Isa responsabilizó de los desaciertos en la construcción de algunas obras, al hecho de que en el país no se está utilizando la capacidad de los profesionales dominicanos.
Refirió que la República dominicana cuenta con muchos especialistas en hidrología, en suelos y transporte, pero que a la hora de construir importantes proyectos algunos gobiernos prefieren seleccionar a extranjeros. Aquí se está subvaluando a todos los niveles la capacidad profesional del dominicano, dijo.
Solución al cancho. Jhael Isa reveló que trabajan en implementación de un plan nacional de transporte que tiene por objetivo organizar el servicio de transporte. El plan será dado a conocer en los próximos meses.
Informó que para armar el plan, se consultó a todos los sindicalistas, y que éstos dieron su respaldo al proyecto.
Este proyecto es un plan integral que no va a tirar a la calle 16 mil padres de familia que trabajan en el sector transporte, porque hay que dejarle con un nivel de ingreso importante, de manera que no sea una carga para el Estado, sino más bien un contribuyente, indicó.
Adelantó también que el plan contempla una reforma en la estructura organizacional que tiene como soporte los estudios que se han hecho en ese sentido en el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, como uno de los más exitosos a nivel mundial.
Sobrevaloraron las obras del Estado
El ingeniero Lázaro Isa consideró que sobrevaloración de las obras que construye el Estado ha llegado a niveles tan elevados que está comprometiendo las futuras generaciones del país.
Atribuyó a esa situación, a la decisión de la Oficina Nacional de Presupuesto que dejó de publicar las listas de todas las instituciones que desarrollan obras, así como los destinatarios contratistas y mucho menos los montos de las inversiones. Esa decisión se tomó a partir del año 2004.
El dominicano necesita saber qué se está haciendo con su dinero. Por eso es importante que se publiquen las obras, y aquí no se publica una obra ni su presupuesto, afirmó. Criticó, asimismo, el hecho de que desde hace algunos años se cobre 85 millones de pesos por un kilómetro lineal de carretera, y dijo que en la actualidad ese monto ha sido llevado a 100 millones. Imagínese que se construya una carretera de 150 kilómetros, costaría RD$1,500 millones.
Recordó que desde hace varios años en la República Dominicana no se realizan concursos de obras, sino que, por el contrario, los ministros se reparten las obras entre quienes mejor les conviene.
Dijo, asimismo, que en el país no todas las instituciones del Estado pueden construir. Obras Públicas es la única institución que están en condiciones técnicas para construir una carretera, porque tiene departamentos de mecánica de suelo y técnica de asfalto.
Rechazó, en ese sentido, que la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado trabaje en la construcción de obras, porque su función es supervisar, no construir.