Visa espera que las tasas de interés que se aplican en las tarjetas de crédito bajen en el país, reduciéndose la brecha con relación a las tasas del resto de los instrumentos financieros que maneja el sistema bancario.

La afirmación fue hecha por José María Ayuso, vicepresidente ejecutivo de  Productos para América Latina y el Caribe de Visa, quien estuvo acompañado de Salvador Pérez-Galindo, jefe de Relaciones Gubernamentales de Visa para América Latina y el Caribe,  y Claudia Parazzolli, de relaciones públicas.

“En líneas generales, el tipo de interés en tarjetas tenderá a bajar en los próximos años en el país y se acercará más a los demás instrumentos financieros”, sostuvo.

Lo que hacen las tarjetas de crédito es democratizar el crédito, dijo, y  los bancos se arriesgan más porque no se otorga, a diferencia de otros créditos, para un asunto  concreto.

“En la tarjeta tú tienes un crédito disponible para lo que  quieras. Eso es un factor de riesgo enorme. Esa es la diferencia entre una crédito hipotecario o de consumo. La tarjeta de crédito la puedes usar para lo que quieras en Dominicana o en Singapur”, dijo al participar en el Encuentro Económico de HOY.

Planteó que los precios de financiamiento de las tarjetas son dispuestos por los bancos y dependen mucho del precio del dinero en el país, el nivel de impago de un país y el fraude.

Señala que en Estados Unidos, donde los tipos de interés de las tarjetas rondan entre 10 y 20%, tienen una serie de herramientas que establecen que los impagos  pasarán de una determinada cantidad.

“Cuando el negocio está bien establecido, normalmente el impago es bastante menor que el del crédito normal”, consideró.

Señaló que en Estados Unidos el impago debe estar entre el 4 a 5%.

En países como Brasil, los burós de crédito no están muy sofisticados, pues andan cobrando hasta el 100%.

Mientras en la República Dominicana ronda entre 60 y 70%.

“Depende mucho del desarrollo del país, del precio del dinero,  nivel  impago, nivel de fraude y el costo de operar”, dijo.

Consideró que los precios bajan cuando el país se tecnifica más y existen más herramientas de gestión del crédito.

Expresó que para toda América Latina, el 2011 fue excepcionalmente bueno y Visa creció mucho. 

Los grandes crecimientos se registraron en Asia y Pacífico, sobre todo en China e India; en Latinoamérica,  el gran motor es Brasil, dijo.

En toda la región, Visa creció al 26%, mientras en el país  fue un 18%, que está bien, pues no tiene la preparación en medios de pagos como Brasil.

“América Latina creció al 26% y el mundo creció 13%, es decir que América Latina está creciendo al doble que el resto del mundo, pero donde ha crecido bien  fuerte es en la India y China”, señaló.

Fuera de India y China, América La Latina es la que más aporta a Visa fuera de Estados Unidos, señaló.

El crecimiento  de América Latina se ha debido al crecimiento económico y la tendencia de suplantar  el dinero y el cheque por la tarjeta electrónica. 

Visa tiene una penetración de 4% en RD

Visa tiene en el país una penetración de un 4% y cree que 8% de todo lo que se paga es con tarjetas. El promedio de la región es de 12%.

“Por tendencia natural, aunque no haya crecimiento económico, la gente se va pasando a tarjetas, la gente se va bancarizando más. Tan pronto una gente tiene una tarjeta va dejando de usar el dinero”, señala José María Ayuso, vicepresidente ejecutivo de Productos para Latinoamérica y el Caribe de Visa.

Cree que la  ventaja del uso de las tarjetas de crédito  para las economías de los países es la transparencia.

Cuanto mayor parte del dinero en circulación vaya en forma electrónica, las cuentas estarán más claras  y se pueden cobrar impuestos sobre las transacciones, dijo.

 Mientras crezca más el consumo con tarjetas de crédito y de débito, el producto interno bruto (PIB) aumenta proporcionalmente con eso.

Según un estudio de Moody´s Economy, con cada mil millones de dólares nuevos en medios de pagos, el PIB crece medio punto.

Ayuso sostuvo que si la economía se vuelve más electrónica,  “el PIB va a crecer por transparencia y eficiencia”.

De acuerdo con el estudio, las tarjetas de crédito y débito han sido influyentes a la hora de impulsar el consumo y el crecimiento del PIB.

Señala que en los países donde la mayoría del volumen de las tarjetas es de débito, como  Noruega y Dinamarca, el consumo y el PIB se incrementaron.