Como cada año, la familia Rodríguez Mota escoge la fecha del 21 de enero, Día de la Virgen de la Altagracia, para venerarla y recordar a sus parientes fallecidos, la gran mayoría devotos de la gran protectora del pueblo dominicano.
Esta familia con raíces en Santiago y la provincia María Trinidad Sánchez, pero radicados su gran mayoría en la capital dominicana y en el exterior, tiene más de 20 años ininterrumpidos reuniéndose y compartiendo alegrías y penas en comunión y al amparo de la Virgen de la Altagracia.
Muchos recorrieron centenares de kilómetros para juntarse con sus seres queridos que dejan lo que tengan que hacer para sacar ese momento y compartir con los suyos.
El encuentro inició a las 11:00 de la mañana con una misa en el mismo lugar de la reunión, a cargo del párroco Francisco Cordero, de la iglesia de Cristo Rey y concluyó en horas de la tarde.
El padre Cordero hizo un llamado a la feligresía católica reunida en el lugar, para que imiten las virtudes de la Virgen de la Altagracia, las que les permitirán mantener a su familia y a la sociedad en tranquilidad y armonía.
Hizo un llamado especial a los hombres para que en lugar de maltratar a una mujer piensen en los detalles positivos que le llevaron a acercarse a esa persona, para que estos resurjan y se terminen los conflictos que en tantas ocasiones acaban en feminicidios. “Si usted ya no quiere a una persona, déjela, no tiene por qué maltratarla”, dijo.
En la actividad el sacerdote rogó por el eterno descanso de los hombres y mujeres que sirvieron de base para el crecimiento de esta numerosa familia, que ya cuenta con más de 300 miembros directos.