Encuentros
Mensajes de otras almas

<STRONG>Encuentros <BR></STRONG>Mensajes de otras almas

¿Alguna vez has escuchado el grito desesperado de tu alma? Escucha tu corazón, las lágrimas forzaran el instrumento que las producen.

Sin motivo alguno se sentó a platicar con su corazón, descubrió secretos de su ser que los científicos y la naturaleza tardarían mucho tiempo en averiguar.

Mientras más fuerte latía,  su puño derecho se cerraba y afincaba la pluma  que sostenían sus dedos, que sin darse cuenta en el papel  describía que en realidad su alma necesitaba gritar…

Son muchas las tardes de amargura y desesperación, noches sin sentidos y ocultas, mañanas sin amaneceres… solo un día más…

Será que lo opaco de la vida tomó el mando en la claridad de los pensares?

Los agujeros del cuerpo no logran cicatrizar ni con la más preciada palabra de aliento; ya ni las sonrisas de los alrededores son paisajes que destruyen los adversarios…

Las aves frescas, blancas y apasionadas que cantaban o de una u otra manera susurraban una canción se han callado.

Las lágrimas  que veía caer eran como pétalos de rosas rojas al despertar. Llegó a creer en un instante que las suyas podrían alguna vez convertirse en un pequeño pétalo; pero al final no son más que un simple vagabundo tendiendo su mano suplicando piedad. Y que le queda NADA, absolutamente nada… más que nada un adiós, un hasta luego a los momentos que en verdad no fueron momentos…

Una simple, triste, pálida y desamparada hoja amarillenta que siente el peso de unas manos cansadas y con ganas de vivir. Este hoyo que profundiza su alma, cada vez se torna más oscuro y mas profundo, más temerario y a la vez mas callado a menos antes le gritaba y reprochaba a los catorce vientos que en verdad le molestaba. Catorce vientos que en algún instante poco a poco se disminuyo convirtiéndose en un laberinto que por más que buscara le conducían al camino del grito y la desesperación… desesperación. De querer y no poder nadar en la orilla del mar y por vez primera sentir que el agua junto con la arena traspasaba ilusiones; y sentir como miles de agujas y cuchillos traspasaban su ser…

Vianny Torres.

Comencé de nuevo la aventura  de descubrir mi alma a través de estos Encuentros hace ya casi tres meses. Como expresé en mi primer artículo de esta nueva etapa, regresé a andar por mis Encuentros después de una larga batalla interna, preguntándome ¿Por qué no escribir esas dos páginas que alivian mi alma?  ¿Qué me detenía a hacerlo? ¿Por qué no programar una noche solo para los Encuentros? El regreso ha sido maravilloso.  Los mensajes recibidos desde el alma de gente desconocida que se reconoce en mis palabras, han sido muchos, y, con sus palabras, me han expresado de formas distintas que la decisión fue acertada.  “Al despertar esta tarde de mi siesta, y tomar la sección de Areíto, por Dios que le garantizo que me quedé en schock al ver que usted había vuelto a escribir. Que usted haya vuelto a escribir, ¡qué bueno que yo hay vuelto a leerla! ¡Qué alegría! (Joaquín Disla)

Cada sábado cuando aparece el artículo espero con ansiedad los mensajes de mis almas gemelas.  Algunos son simples líneas que en pocas palabras dicen mucho, como los de mi amiga Ligia Minaya, que siempre escribe diciendo algo tan simple como “amiga me encantó como describiste las diferencias entre hombres y mujeres”…  

Uno de los mensajes que más me impactaron fue el de una joven adolescente, de apenas 17 años. Se llama Vianny Torres. No tengo el placer de conocerla, pero hemos mantenido correspondencia. Su primer mensaje fue para agradecer mi reflexión sobre el tema de los diferentes roles que debemos asumir las mujeres.  A su muy temprana edad, Vianny fue capaz de hacer su propia reflexión: “mujer solo una, nosotras, que despertarnos día a día, con una ilusión y que el tiempo se encarga de marchitar o florecer una ilusión que nos llena, o nos vacía el alma, pero sin embargo no deja de ser ilusión, si yo se, aun me faltan muchas cosas por vivir, por sentir, desesperanzas, desamores, desilusiones, tristezas… pero si se busca dentro de mi, de los que soy, de lo que siento… las sorpresas se abrirán como las cajitas de música, q si no se puncha un botón o no se da cuerda, no suena, no canta, no reluce…sus escritos son totalmente ciertos y admirables, mi razón por escribirle,  son lágrimas, lágrimas que  brotan de mis ojos, como gotas en un manantial que desaparecen pero agradecen el hecho, de tener una mujer mas que lucha…enfrentando su realidad.. y esa es usted…”

Después me dijo que le gustaba leer y escribir, y que incluso tenía una historia de amor escrita al calor de sus propias experiencias. Le pregunté si se atrevía a enviármelo. Me dijo que sí.  A los pocos días recibí su trabajo.  Un manojo de sentimientos, concatenados por múltiples palabras que describen el dolor de una Joven mujer por un amor     perdido.  Lo leí con atención y me gustó su estilo.  Mientras leía las páginas escritas por Vianny, pensé en mi adolescencia y en mis sueños de ser escritora.  Reviví mis propias páginas escritas desde la inocencia, las ilusiones por el futuro y, principalmente, las primeras poesías nacidas al calor de mis primeros desvelos, frustraciones y rupturas. 

Quizás porque Vianny está ahora viviendo sus propios y nuevos dramas, inseguridades e ilusiones, me llegaron tan hondas sus palabras.  Quizás porque ha pasado tanto tiempo después que escribí mis primeros poemas de desilusión amorosa, y ella hizo que volvieran de nuevo a mis recuerdos. Quizás también, porque como ella, a mis 17 años tenía, al igual que ella tiene ahora,  tantas dudas sobre el futuro. Quizás porque como ella, el futuro lo sentía tan lejano y confuso que me pasaba noches enteras imaginando como ansiedad qué pasaría en los años siguientes.

Gracias doy a estos Encuentros, porque tocando otras almas, soy capaz de buscar y revivir momentos olvidados de mi propia alma,. Nos vemos en la próxima.

¿Que es el amor? ¿Por que no se lo que se siente estar querida por alguien? ¿Será que no me lo merezco? ¿Qué mas tengo que hacer para adorar o intentar que alguien me adore? ¿Seré yo digna de que me quieran?…

Preguntas semejantes dieron vueltas en su cerebro hasta permitirse a ella misma quedarse dormida, mientras la lluvia y el tráfico acababan con su cuerpo, su alma junto a la tempestad de la noche desaparecieron. Otra vez.  Vianny Torres

mu-kiensang@hotmail.com
mu-kiensang@pucmm.edu.do

Publicaciones Relacionadas

Más leídas