Encuentros y diálogos fotográficos con Herminio Albertí León

Encuentros y diálogos fotográficos con Herminio Albertí  León

En el evento PHOTOIMAGEN 2016, nos trae una realidad en burbujas… En nuestra cita reciente en Casa de Teatro, donde está exponiendo sus obras hasta el 15 de octubre, nos comenta sobre su búsqueda en ese sentido cuando evocamos con este artista la conexión a la realidadvisual tomando en cuento el factor antropológico “Hay una conjugación de lenguajes… Lo visual está normado por lo antropológico y viceversa. Hay una correlación, y por ende, coexistencia entre ambos. Lo visual es el sello que la historia nos permite enriquecer, al tiempo de que lo antropológico tiene su esencia en el testimonio visual de realidades y tradiciones. Precisamente, nuestra Muestra “Retratos del más acá” trata de dejar un legado de cómo la marginalidad está duramente afectando a segmentos en nuestra población… Segmentos que están al borde de la pobreza y que, para provecho de muchos, se les mantiene dentro de una burbuja intocable, para no afectar sus intereses… Es una realidad con la que puedes jugar. A la que te puedes acercar, verla, ser parte de ella… Y, si quieres, puedes ser parte de su trasformación…”, nos manifestó sabiamente Herminio. Visitamos a este artista del lente, cuya exposición nos conmovió, ya que del conjunto de la misma emana una sensibilidad humana profundamente sellada con su conciencia de la belleza, del ser…
Herminio Albertí ha producido intensamente y experimentado los lenguajes de todas las prácticas fotográficas que encontramos en sus obras. Conjunción de dos mundos que experimenta en un “face to face” con la misma imagen en blanco y luego en color, su obra “Huellas de abril” con la colaboración de los poetas Tony Raful y Juan José Ayuso, en la que rinde homenaje a todos los que llevaron esa gesta. A través de mis ojos, se asocia el poeta José Mármol, y nos entrega una relación visual con la poética de la realidad vista en su lente poético a partir de su trayectoria, tomando en cuenta estos trabajos. Preguntamos de nuevo, ¿Cómo concebía la fotografía contemporánea en República Dominicana? Con y más allá de PHOTOIMAGEN, “La Fotografía contemporánea dominicana es una arista a ser desarrollada con creces”. Y, un grupo de fotógrafos artísticos dominicanos estamos en eso. En esta tarea, no importa la edad, ni el sexo. Todos los que estamos comprometidos en este proyecto, estamos en eso… Pero, a nuestro entender la Fotografía Contemporánea Dominicana estará existiendo mientras alguno de nosotros aporte un ápice de creatividad en nuestros trabajos. Mientras, lo que se muestra al público le permite a ese público interactuar con la obra. Es interesante ver cómo la tecnología ha calado en nuestra vida diaria… Sin embargo, cuando lo que interpretas, asimilas y captas a través de tu lente, y lo quieres alterar hasta cambiar su sustancia, estás trasmutando una realidad que, entonces, deja de ser tuya para entrar en el campo de lo irreal… La fotografía es, y seguirá siendo ¡luz! Y, si ese destello, poco o mucho, lo llevas al extremo sin control, pierde su esencia… Pasará entonces al renglón de “Pseudo Fotografía”, una tendencia a entregar una fotografía no lograda, a que un ordenador le dé terminación y recree lo que querías fotografiar pero nunca lo lograste. Confío en las generaciones que luchan por preservar la esencia fotográfica. Este concepto se basa en los descubrimientos ópticos de hace 2,500 años, que luego -hace ya unos 170 años, le fue permitido acceder a los medios culturales y a las artes. Esa Fotografía Contemporánea Dominicana solo será posible permitirle desarrollarse, si los que respetamos este arte asimilamos el principio de Richard Avedon: “Si un día transcurre en mi vida sin yo hacer algo relacionado a la fotografía, eso sería como si estuviera negando algo esencial en mi existencia, como si hubiera olvidado levantarme”.
Pasando al terreno práctico y que nos recrea mucho, observamos que cuando entramos en la burbuja de las manos arrugadas y selladas por el tiempo de esa mujer campesina limpiando las semillas de macadamia, entendimos la emoción del diálogo de la piel en sus manos con la capa del fruto, y en esta correlación visual se nos apretó la conciencia de la vinculación orgánica y existencial de piel a piel, entre lo humano y lo vegetal. No sabemos si en esa toma el artista tocó ese vínculo, pero surgió con la mística de quien le da al gatillo con fuerza intelectual y emocional…
Cuando intercambiamos, sentimos una sobriedad extraordinaria en el ejercicio y la profundidad de una praxis que viene de lejos desde esa cámara que le regaló su madre en los años 60, y edificándose poco a poco con René Taveras y Ricardo Thorman le nació el oficio, hasta encontrar sus propias huellas artísticas.
Le quisimos plantear el misterio de los cuatro ojos, los dos del fotógrafo y los dos del público, como decía Brassai…En la página 39 del libro ”Huellas de Abril, 50 años después”, la pieza se parece a una cámara desarticulada, descompuesta, desarmada…¿Compartes la metáfora?… Coméntala, si puedes…
Me responde Herminio, “si supieras, ¡No había pensado en eso! Nunca en mi mente lo percibí de esa forma, pero, ahora que lo planteas, me transportas en una dimensión que enriquece mi planteamiento fotográfico en esa producción impresa. Al momento de llevar a cabo esa producción –que ha sido la más reciente-, sentí un reto enorme al tener que plasmar –como dice el texto que dio origen a la misma”…“Pero, el intento de las tropas de San Isidro para controlar todo Santo Domingo y terminar con la revolución DEL 65, empleando tanques, artillería pesada y pelotones entrenados, resultó un fracaso al ser heroicamente repelidos”. El cañón cuya desgarrada boca ha sido plasmada en esa foto, es el real y original de la tanqueta utilizada en su momento… Quizás, poco más de un año después, me has llevado a reflexionar sobre esto.

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