Encuesta dominicanista

Encuesta dominicanista

Creo que nunca se ha hecho una encuesta acerca de los ideales políticos de los dominicanos, acerca de sus sentimientos y creencias más profundamente arraigados. ¿Cuáles son los intereses básicos del pueblo dominicano? Intereses económicos, desde luego; también “ecológicos”, educativos, de seguridad social. Habría que hacer el inventario de las aspiraciones del hombre común, la lista de los sueños de las amas de casa, de las “pretensiones” de jóvenes y viejos. Los prejuicios de la sociedad dominicana -de cada uno de sus estratos sociales- deberían ser objeto de una investigación sociográfica. ¿Cuáles son los asuntos que unen a los dominicanos? ¿Y cuáles los separan?
Las encuestas de opinión las financian, generalmente, los partidos políticos, los periódicos, las empresas de negocios. En todos los casos grupos particulares, interesados en sus propios problemas o en saber las preferencias de sus clientes. Muchas veces las encuestas incluyen aspectos que atañen al consumo de algunos productos industriales, conectados con la salud o la conservación del ambiente. Esas preguntas van “a caballo” de otra encuesta mayor, más importante, como si fuesen plantas parásitas o polizontes en un barco de lujo. Los problemas de la comunidad no tienen representantes que organicen -y paguen- una encuesta sobre los intereses generales que, en realidad, son de todos y de nadie.
Si nos atenemos a la vieja definición de Ernesto Renán, según la cual la nación es “un plebiscito cotidiano”, un acuerdo colectivo sobre las cuestiones básicas, nos parecerá pertinente una encuesta “dominicanista”, enderezada a conocer y definir los intereses primarios de toda la población. Es obvio que para que exista un “proyecto nacional”, un conjunto de opiniones y deseos que aglutine la acción pública, debemos saber “lo que piensa la gente”.
Una vez tengamos esa lista de sentires, quereres, aspiraciones, prejuicios y conveniencias nacionales, será más fácil organizar la acción colectiva para llegar a ser “un mejor país”, como reza cierto slogan que he aplaudido siempre. ¿Cómo será posible proteger nuestros bosques mientras consumimos carbón de leña? ¿Alguna vez explotaremos racionalmente nuestros recursos marinos? ¿Tendremos la energía y la disciplina necesarias para proteger financieramente el sistema de Seguridad Social? La renovación del liderazgo político de RD exige la elaboración de documentos de este tipo.

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