Seis de cada diez personas favorecen fuertemente el reclamo de las centrales sindicales de que se le aumente un 30% al salario de los trabajadores. Sin embargo, un 25% lo aprueba someramente, un 4.9% se opone algo y un 3.9% se opone fuertemente.
Desde principio de año los sindicalistas y los empresarios discuten el monto que deberá regir el salario mínimo, debido a que esa revisión corresponde hacerla cada dos años.
Las discusiones entre ambos sectores están paralizadas, debido a que la propuesta del sector patronal es de un incremento de un 8%, lo cual rechazan los representantes de los trabajadores.