El 53 por ciento de los dominicanos asisten a un centro de salud público, principalmente por resultar más económico frente al 40% que busca asistencia en clínicas privadas porque allí recibe mejor servicio.
La información está contenida en la encuesta política del Instituto de Investigación Social para el Desarrollo.
El estudio concluye que esta “segmentación afecta el cumplimiento de los objetivos de la seguridad social, en tanto reproduce las desigualdades ya existentes. De esta manera, la población con mayores ingresos tiene una oferta más amplia y puede acudir a centros privados mientras que el resto depende de los servicios públicos o asistenciales, teniendo prestaciones diferenciadas en cuanto a suficiencia y calidad”.
Respecto a la percepción a las experiencias de la población consultada con los servicios de salud en sentido general, una mayor frecuencia son las condiciones físicas y de higiene del centro, en segundo lugar la calidad de la atención y luego un tiempo de espera razonable. Los mayores descontentos están relacionados con los costos de los medicamentos y pruebas.
En cuanto al financiamiento de las asistencia sanitaria, el 41 por ciento cree debe ser asumida totalmente por el Estado y un 33 por ciento por cada personas con pagos ajustados a su situación económica.
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Agua potable
Otro renglón abordado en la encuesta fue el acceso al agua potable, revelando que un 56% de los encuestados indicó que poseía el servicio dentro de la casa frente un 31% que tenía una llave fuera.
Se destacan diferencias importantes entre las distintas regiones con un 45% de hogares consultados en el Este con el agua fuera de la casa, un 36% los del Sur, en el Norte era de 24% y un 30% en la zona Metropolitana.
Asimismo, la frecuencia más común de suministro de agua es dos o tres veces por semana en el 50% de la población consultada. El 34% dijo recibirla diariamente y el resto una vez por semana o luego de más de 15 días.
Con relación al agua utilizada para beber, el principal abastecimiento es el agua de botellón con el 96% de los entrevistados, lo cual afecta directamente a la población de menos recursos que está obligada a consumir agua embotellada.
De hecho, el estudio cita que el 40% de los hogares más pobres del país gasta el 12% de su ingreso en la compra de agua para tomar. Critica que ese servicio es provisto por el sector privado, por lo que el Estado está desligado de ese aspecto básico de salud.