Encuesta Penn, Schoen
desata controversia

Encuesta Penn, Schoen <BR>desata controversia

CARACAS (AP).- Una encuesta a boca de urna realizada por una firma estadounidense y que auguraba una derrota del presidente Hugo Chávez en el referendo, se encuentra en el centro de una controversia luego de la rotunda victoria del mandatario.

   El sondeo de la firma Penn, Schoen & Berland Associates aseguró el domingo mientras persistía la votación, que su «encuesta a boca de urna muestra derrota mayor para Chávez»».

   Según el sondeo, un 59% votaba por revocar el mandato del presidente. Por el contrario, el jefe de Estado ganó con un 59% de los votantes apoyando su continuidad en el poder.

   En Estados Unidos los observadores saben que las encuestas a boca de urna no siempre son confiables, pero en Venezuela se ha vuelto un asunto serio porque la oposición insiste en que el sondeo es una evidencia de fraude.

   La oposición también reclama alteraciones en las urnas electrónicas, pero no ha entregado evidencias de eso.

   La difusión de resultados de encuesta a boca de fue prohibida por las autoridades durante la votación que decidió la permanencia de Chávez en el poder.

   Pero unas cuatro horas antes de que las mesas de votación fueran cerradas, los resultados del sondeo de Penn, Schoen & Berland llegaron por fax y correo electrónico a los medios y representantes de la oposición.

   El secretario general de la OEA, César Gaviria, dijo que la encuesta debió haber tenido un tremendo impacto en la oposición, que sintió que podría poner fin de forma anticipada al período presidencial en curso.

   «Les dijeron que tenían una ventaja de 20 puntos y entonces cuando aparecieron los resultados perdieron por 20 puntos»», dijo Gaviria.

   «Es muy difícil lidiar con eso»», agregó.

   Gaviria y el ex presidente estadounidense Jimmy Carter avalaron los resultados de la elección señalando que coinciden con sus conteos independientes.

   «Esta encuesta a boca de urna ocurrió bajo la conducción de mi socio Schoen»», dijo Penn. «El cree que hay más problemas con la votación que con el sondeo»», dijo Mark Penn de la empresa encuestadora.

   Schoen no pudo ser inmediatamente ubicado. «Nosotros tenemos que dejar a las autoridades hacer su investigación sobre la elección»», sostuvo Marcela Berland, quien trabaja en la firma estadounidense.

   «Sería irresponsable interferir con eso»», añadió.

   Los críticos cuestionan la forma cómo fue guiada la encuesta en medio de reportes que involucran a un grupo financiado por Estados Unidos y que el gobierno de Chávez considera hostil.

   Según observadores electorales, la empresa estadounidense empleó a miembros de Súmate, que también ayudó a organizar la recolección de firmas que convocaron al referendo, para hacer el trabajo de campo de la muestra.

   Roberto Abdul, un funcionario de Súmate, reconoció en una entrevista telefónica que la firma estadounidense «supervisó»» la encuesta efectuada por Súmate. Añadió que al menos cinco encuestas a boca de urna fueron completadas por la oposición, todas apuntando a una victoria de Chávez.

   Abdul afirmó que Súmate ha recibido 53.400 dólares del National Endowment for Democracy, que a su vez recibe fondos del Congreso de Estados Unidos. Pero nada de este dinero fue usado para el sondeo.

   El tema es un campo minado en potencia porque incluso antes del referendo Chávez sostuvo que el financiamiento estadounidense a Súmate es una evidencia de que el gobierno de George W. Bush apoya esfuerzos para sacarlo del poder, una acusación de que los funcionarios de Washington rechazan.

   El ministro de Comunicaciones, Jesse Chacón, sostuvo que fue un error que Súmate estuviera envuelta en la encuesta, porque eso pudo haber afectado los resultados.

   «Al meter al activista como encuestador a lo largo de día comienza a actuar como activista»», dijo Chacón a la AP. Añadió que le parece «una locura»» que la oposición alegue que ganó el referendo basado en una encuesta.

   Chris Sabatini, funcionario del National Endowment for Democracy calificó a Súmate como «independiente e imparcial»», desestimando los quejas sobre que el grupo estaría demasiado empeñada en sacar a Chávez.

   «Las encuestas a boca de urna son notoriamente no confiables»», dijo Sabatini en una entrevista telefónica desde Washington. «Pero que estén incorrectas no significa que el grupo que la hizo es parcial a unos de los bandos»».

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