En el palacio

En el palacio

La primera dama Margarita Cedeño de Fernández  se integró a la comitiva presidencial el miércoles 5 de noviembre, unas 12 horas después de su arribo a Doha, Qatar, sin haber participado en las actividades oficiales de su esposo, el Presidente  Fernández.

El primer punto de agenda fue la empresa inmobiliaria Qatari Diar, de propiedad pública y que tiene bajo su responsabilidad la ejecución de gran parte de los proyectos de infraestructura que se ejecutan en ese país árabe. Entre sus proyectos está la isla La Perla, frente al hotel Ritz Carlton, y donde se tiene en carpeta la construcción de edificios residenciales, plazas comerciales, hoteles, oficinas de negocios y todo lo que demanda una ciudad moderna. Esa empresa ya tiene inversiones en la región.

En Cuba, por ejemplo, ha invertido unos 500 millones de dólares en la construcción de hoteles y, según el embajador dominicano en Qatar, Hugo Guilliani Cury, es la que más próxima está a iniciar una inversión importante en la República Dominicana, sin entrar en detalles. La comitiva presidencial recorrió las instalaciones de la empresa, disfrutó de un video de sus proyectos y observó varias maquetas instaladas en un amplio salón para exposiciones.

La Fundación Qatari fue el segundo punto de agenda aquel miércoles, pero por alguna razón los vehículos de la caravana no salieron en bloque, sino que algunos retrasaron la partida, razón para que los aguerridos pilotos árabes que conducían los modernos vehículos asignados a la delegación aceleraron la marcha temerariamente. Observé el marcador de la lujosa jeepeta Cadilac en que nos transportamos parte del equipo de prensa marcando los 140 KMPH e intenté sujetarme al cinturón de seguridad, pero el chófer se opuso, indicándome que no había ningún peligro.

En la ruta, a esa excesiva velocidad, el Mercedes Benz en que viajaban Rafael Núñez, Director de Prensa, y la subdirectora de la oficina, Annia Valdez, pareció descontrolado, justo al llegar  a una rotonda, a la cual se estrelló de lado, destrozando una de sus llantas y balanceándose peligrosamente, hasta que finalmente pudo ser controlado, en medio del pánico de sus ocupantes dominicanos.

A partir de entonces el tema de la velocidad comenzó a preocupar seriamente, al grado de que el jefe del Cuerpo de Ayudantes Militares, mayor general Héctor Medina, se quejó frente a su colega catarí para que se moderara la velocidad. Recuerdo que a la salida de la fundación catarí, el empresario José Miguel Bonetti y su primo, el secretario  Luis Manuel Bonetti, evadían mutuamente ocupar el primer asiento del vehículo.

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