Energía, CO2 y el PIB, en el marco de la descarbonización

Energía, CO2 y el PIB, en el marco de la descarbonización

Desde mi perspectiva legal-energética me surgió la curiosidad de entender en qué contexto se sitúa la República Dominicana (RD) para lograr una verdadera transición energética que resulte en la reducción de dióxido de carbono (CO2) sin afectar su crecimiento económico.

Con la firma del Acuerdo de París en 2015, la RD propuso reducir un 25% de las emisiones de gases de efecto invernadero per cápita, especialmente de CO2, para el año 2030.En consecuencia, las contribuciones nacionales determinadas (NDC) del país tomaron como base el año 2010 y según la Agencia Internacional de Energía (IEA) las emisiones de este gas en RD se encontraban en 19.01 MtCO2 (millones de toneladas métricas de CO2).

De acuerdo a esta meta, para el año 2030 deberemos reducir 2.5 MtCO2,pero las emisiones al 2018 han incrementado a 21.9 MtCO2 y, paralelamente, el producto interno bruto (PIB)se situó en 6.3%. Las emisiones de CO2en el país provienen esencialmente delos sectores energético y transporte. Como consecuencia de este tipo de escenarios, algunas teorías internacionales relacionan el incremento de estas emisiones con el desarrollo económico, pero el consenso técnico concluye que esta relación depende de diferentes contextos en cada país: social, económico y geopolítico.

Siendo la RD una de las economías más diversas de la región, no es sorpresa que los mencionados sectores sean aquellos que más emiten CO2. De hecho, según la CEPAL, el país lidera la región en producción energética representando un 24 %, seguido por Guatemala (17.8 %) y Costa Rica (16.2 %). En estos términos, también lidera la producción de energía a partir de hidrocarburos con una participación de 52 %,lo cual es grave para la sostenibilidad de la región.

En otras publicaciones evidenciamos la relación entre el crecimiento económico, el uso de energía eléctrica y el incremento de las emisiones de CO2en RD. En efecto, en un período de 10 años (2009-2019) el PIB aumentó 59% mientras que el consumo de energía eléctrica solo 38%. Sin embargo, el CO2se relaciona más con el consumo eléctrico que con el PIB, con un aumento de 28%, aproximadamente. Notamos, por consiguiente, que los tres elementos han ido en crecimiento, aunque no en la misma proporción, por lo que, en principio, no es posible concluir que existe una estrecha relación entre ellos. Es necesario analizar otros factores económicos, estructurales y sociales para obtener resultados más precisos.

Consecuentemente, la transición hacia una economía descarbonizada es posible siempre que el crecimiento económico no se vea afectado. Garantizar un sistema eléctrico que pueda generar energía a partir de fuentes renovables o de bajas emisiones, no solo seguirá ofreciendo mayor seguridad energética al reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles, sino que además generar riquezas. Esto es consistente con la proyección de la Agencia Internacional de Energía Renovable (IRENA), de que al 2050 una transición energética con la implementación de fuentes de energía renovables pudiera representar un incremento del PIB en 2.5%, además de reducciones considerables de emisiones de CO2.

En efecto, la estabilidad del sistema eléctrico nacional y la continuidad del servicio eléctrico incrementan la capacidad de producción de diversos sectores de la economía. Esto genera de forma transversal más riqueza y,consecuentemente, impacta el crecimiento económico del país, perola transición a una economía descarbonizada que resulte en un escenario como el mencionado requerirá más que simplemente producir nuestra energía con tecnologías de bajas emisiones o de fuentes renovables. Existen desafíos geopolíticos, estructurales propios del sistema eléctrico nacional y barreras legales que debemos superar, a la vez que implantamos en nuestro comportamiento económico el “chip” sostenible.

En mi próximo articulo examinaré cómo estos elementos se traducen estructuralmente al ciudadano común, partiendo de que su dignidad y desenvolvimiento diario en la actualidad,dependen de la capacidad que tenga de ejercer su derecho fundamental de acceder a la energía eléctrica.