Energía renovable contra petróleo

Energía renovable contra petróleo

Es mucho lo que se ha hablado sobre los altos precios del petróleo, la crisis eléctrica, los apagones y el robo de energía, planteándose  diversas propuestas para enfrentar esos problemas, la mayoría de las cuales no pasan de disquisiciones  teóricas. Pero poner en práctica las soluciones es otro cantar.

Sabemos que es muy poco lo que podemos hacer acerca del petróleo, del cual carecemos, como de las fluctuaciones provocadas por intereses de numerosos consorcios internacionales que solo piensan en lucrarse.

Sabemos que el petróleo es un recurso que un día terminará, igual que el carbón, ambos combustibles de alto poder contaminante. Las versiones científicas  indican que el planeta cuenta aún con reservas “probadas” para 40 años de consumo a las tasas actuales. Esta estimación, basada en cifras oficiales, ha postergado  la fecha en que el mundo quedará sin petróleo.

Sin embargo, científicos encabezados por el Centro de Análisis de la Extinción Petrolera, con sede en Inglaterra, afirman que la producción global de petróleo llegará a su punto más alto en los cuatro próximos años antes de entrar en una decadencia cada vez más pronunciada. Esto traerá enormes consecuencias para la economía mundial y la vida de los seres humanos.

Esto quiere decir que se hace urgente y necesario intensificar la búsqueda de energías alternativas, como el agua, el sol y  el viento, gracias al cual llegó el Almirante a estas tierras.

 Estamos conscientes de que las autoridades que toman decisiones para enfrentar los retos relacionados con la carestía y escasez del petróleo saben muy bien lo que significa explotar los recursos no renovables, pero parece que los grandes intereses obstaculizan esa posibilidad.

 La solución del problema de la crisis eléctrica dominicana a partir del uso de energía térmica es un grave error, porque aparte de las grandes inversiones que se requieren, obligan a mantener la dependencia de un combustible que es importado y que constituye una sangría para la economía de nuestro país.

¿Sería que Balaguer se adelantó a su tiempo, al construir un circuito de presas de embalse que hoy constituyen un aporte fundamental para la producción de electricidad, con el consecuente uso para controlar avenidas, suministrar agua para riego, uso industrial y humano?

Las plantas térmicas, aparte de las grandes inversiones que representan, son contaminantes y requieren de sucesivos períodos de costoso mantenimiento, lo que no ocurre con las fuentes de energía eólica, solar e hidráulica, que son prácticamente inagotables.

En resumen, hay que minimizar las inversiones en ellas y  en cambio maximizar el uso de las fuentes alternativas de energía.

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