La enfermedad denominada Huanglongbing (HLB) está diezmando las plantaciones de cítricos del país, a tal punto que más del 80 por ciento de las mismas están infectadas. La información fue ofrecida por el presidente de la Asociación de Hacendados y Agricultores y uno de los ejecutivos del Consorcio Cítrico del Este, Ricardo Barceló, quien precisó que las pérdidas han sido millonarias por la enfermedad que lleva ocho años en el país. “Esta enfermedad está diezmando los naranjales, tanto de plantaciones organizadas como de plantaciones aisladas de conucos y patios. Está acabando con toda la plantación de toronjas, mandarinas, limones, naranja agria y dulce del país”, dijo. La enfermedad es producida por la bacteria Candidatus Liberibacter. Su transmisión se produce a través de yemas infectadas y a través de dos especies de insectos, uno de ellos es el Diaphorina citri. Barceló señaló que la Huanglongbing disminuye la capacidad de trasladar los nutrientes desde la raíz a las hojas para hacer la fotosíntesis, muriendo una gran cantidad de las raíces. Agregó que por esa razón los árboles comienzan a declinar de arriba hacia abajo y a disminuir su producción en calidad y tamaño, llegando un momento que se desprenden un alto porcentaje, lo que conlleva una disminución de la rentabilidad de la producción. Sostuvo que la producción disminuye un 50% tanto en tamaño como en cantidad, pero que los costos para mantener este 50% se duplican, porque hay que controlar el insecto que lleva la enfermedad de una planta enferma a una sana. Según el empresario, más de un 80% de las plantaciones están infectadas de la enfermedad y por esa razón disminuye la producción tanto de naranjas como de limones, por lo cual abundan menos en los mercados y supermercados, lo cual encarece la producción en más de un 40%. “El insecto pone 600 huevos por postura y muy difícil de controlar en un país como el nuestro, donde el clima provoca rebrotes constantemente”, sostuvo. “Tendrá que venir una nueva citricultura diferente a la que acostumbramos a tener, donde cualquiera tenía una plantación de naranja, limpiaba dos o tres veces al año, la fertilizaba si podía y cosecha lo que daba”, planteó. Consideró que para poseer una plantación de cítricos se debe estar consciente del cuidado esmerado que hay que tener. Con esa enfermedad, los pequeños productores desaparecen. Aún no se ha creado una planta resistente a la enfermedad, dijo.