Enfermedad periodontal, tratamiento

Enfermedad periodontal,  tratamiento

La enfermedad periodontal es una de las patologías bucales más comunes, junto a la caries dental. Afecta los tejidos de soporte de los dientes y es de naturaleza infecciosa, es decir, producida por bacterias.
En su etapa inicial la enfermedad periodontal se conoce como gingivitis; si esta no es tratada a tiempo y debidamente, pasa a un segundo estadio: periodontitis.
No existe enfermedad periodontal sin la presencia de organismos patógenos. Estos se alojan principalmente en el biofilm o placa bacteriana, que no es más que una película incolora, pegajosa que se adhiere a la superficie dentaria, aparatos ortodónticos y protésicos, implantes dentales y tejidos blandos de la cavidad oral.
El biofilm está relacionado a una higiene oral deficiente, sin importar edad o sexo del paciente. Ciertas condiciones preexistentes pueden influir en la formación de este, como son: poca salivación, apiñamientos dentarios, dificultades motoras, rehabilitaciones deficientes, enfermedades sistémicas.
Sin embargo, si la placa es eliminada diariamente con un correcto cepillado, el paciente no padece de enfermedad periodontal.
Los microorganismos están presentes habitualmente en la cavidad oral, por lo tanto deben tomarse medidas preventivas: higiene correcta, sana alimentación y visitas periódicas al dentista y un estricto control a los pacientes con condiciones especiales o enfermedades sistémicas que predisponen a las afecciones periodontales.
La higiene es vital; tan pronto erupcione el primer diente temporario es tiempo de prevenir la enfermedad periodontal; este debe ser higienizado después de cada toma de leche. La madre puede hacerlo con una gasa o paño estéril o un cepillo especial para esa edad.
Cepillo, hilo y enjuague son imprescindibles para una rutina de higiene correcta. Los mismos deben ser de una marca reconocida, avalada por estudios científicos, recomendados por su odontólogo. Todo esto con el objetivo de garantizar eficiencia en la eliminación de la placa bacteriana.
Alimentos ricos en carbohidratos y pegajosos son los mejores aliados de la enfermedad periodontal. Lo ideal es evitarlos y, en caso de consumirlos, se debe proceder a cepillarse en la mayor brevedad posible o por lo menos enjuagarse la boca con agua clara. Los alimentos fibrosos ayudan al proceso de auto limpieza. Cada seis meses se debe visitar al dentista; pacientes periodontales deben hacerlo según lo acordado con su doctor, generalmente cada cuatro meses, lo mismo que aquellos que tienen una predisposición.

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