Enfermedades de la piel en infantes

Enfermedades de la piel en infantes

En esta sección sólo pretendemos dar nociones acerca de las más comunes enfermedades de la piel en el niño pequeño. De más está decir que sólo la evaluación directa de un médico puede determinar de qué enfermedad se trata.

ASEO DE LA PIEL

Es necesario el aseo diario de todo el cuerpo empleando agua y jabón puesto que el sudor, los gérmenes y la propia contaminación a la que está expuesto el niño pequeño que todo toca y manipula, favorecen la aparición de infecciones bacterianas (piodermitis), micóticas (candidiasis) y reacciones alérgicas o inflamatorias (eccemas).

Es preferible usar las horas matinales (de preferencia el mediodía), hacerlo en una habitación cerrada, y evitar la exposición brusca a corrientes de aire luego del baño. La presencia de infecciones respiratorias, fiebre o aplicación de vacunas no es razón valedera para postergar el aseo corporal.

DERMATITIS DEL PAÑAL (ESCALDADURA)

Popularmente conocida como escaldadura, es producto de la acción del contenido alcalino de la orina (producto de la descomposición de la úrea), la activación de las enzimas feales, el calor y la humedad sobre la piel delgada del lactante. Se produce eritema (enrojecimiento), lesiones papulares (ronchitas) e incluso fisuras (rajaduras) en la piel del área que queda cubierta por el pañal. Puede verse también en niños rollizos en la zona del cuello como producto del sudor y calor.

Es más frecuente cuando se usa pañal de tela o algodón y cuando el niño presenta varias deposiciones al día. Es menos frecuente cuando se usa pañales descartables con material aborbente (gel) el cual disminuye el riesgo de que la orina permanezca en contacto con la piel y se mezcle con las heces. La excepción la constituyen los niños que presentan dermatitis atópica en cuyo caso el empleo de pañales sintéticos puede ser perjudicial.

CANDIDIASIS PERINEAL ó MICOSIS DEL LACTANTE

Se trata de un problema generado por el hongo Candida albicans el cual, normalmente, se encuentra en las heces del lactante y aprovecha la presencia de una piel deteriorada por la dermatitis amoniacal o la falta de aseo para causar un proceso infeccioso superficial.

En este caso, a las lesiones producidas por la dermatitis del pañal, se añaden otras más severas como la presencia de vesículas o lesiones satélite (ampollitas); amplias zonas de eritema y lesiones papulares, que pueden irradiarse a la espalda o abdomen; y lesiones exudativas como fisuras y lesiones húmedas o secretantes (llagas).

Se requiere consultar al pediatra con el objeto de que confirme la sospecha y prescriba productos antimicóticos tópicos (polvos o cremas) (Multilind ®, Coccidermin ®, Daktarin ®, Notil ®). Además, se puede emplear violeta de genciana en las lesiones y si hay lesiones exudativas, exponer al calor y al aire la zona afectada disminuyendo el uso de pañales. Se puede obtener una buena aplicación de calor local, empleando una lámpara con foco potente a una distancia de 30 centímetros de las nalgas descubiertas del bebe el que debe estar boca abajo. Este procedimiento sólo debe emplearse por unos 15 minutos, dos o tres veces al día y con la supervisión constante de un adulto para evitar accidentes que causen quemaduras.

SUDAMINA

Es el popular salpullido, muy frecuente sobre todo en época veraniega. Se trata de lesiones micropapulares (ronchitas minúsculas) que aparecen, sobre todo, en zonas de mayor sudoración, por acción de ésta. Vale decir, región frontal, pliegues del cuello, región de la nuca y áreas del abdomen y espalda.

La mejor manera de evitar o atenuar su presencia es el baño diario y el empleo de prendas de algodón sobre todo en las horas de mayor temperatura. Se puede emplear talcos en las regiones de mayor sudoración y, en algunos casos, aumentar la frecuencia de baños a dos veces al día.

Como tratamiento se puede emplear agua «con azul» o talcos que contengan óxido de sílice o de zinc, pero esto último debiera hacerse previa evaluación médica pues estas sustancias resultan irritantes para la piel de algunos niños.

ACAROSIS

Popularmente conocido como rasca rasca o sarna, es producido por un ectoparásito (no es una bacteria, ni un hongo sino un pariente lejano y microscópico de los arácnidos y crustáceos) llamado Sarcoptes scabiei o arador de la sarna. Éste se mete debajo de la piel sin causar molestias y recién cuando la hembra ha depositado sus huevos en aquella, se produce el prurito (picazón) y, a veces, verdaderas reacciones alérgicas. El prurito es frecuentemente nocturno transcurriendo entre 7 y 15 días desde el contagio hasta que se produce aquel.

El contagio se produce a través del contacto dérmico (por ejemplo, el juego) con alguna persona que lo tiene en su piel, por lo general un amiguito o un familiar. Existe la particularidad de que muchas veces los adultos, por tener piel mas gruesa, no presentan lesiones ni molestias y pueden contagiar a todos los integrantes de la familia. Otras formas de contagio son: el uso de ropa o sábanas del contagiado, el juego en tierra contaminada (por ejemplo, un basural), el juego en piscinas o en playas contaminadas o con perros contagiados (en este caso se trata de acarosis atípica).

El tratamiento debe ser prescrito por un médico quien recomendará una crema acaricida (las mas efectivas, la permetrina y el lindano) y otros medicamentos de acuerdo a las complicaciones que presente el niño. Es necesario remarcar que para una completa curación se debe seguir ciertas indicaciones:

– Aunque las lesiones sean localizadas debe aplicarse la crema en todo el cuerpo e incluso, en algunos casos, en el cuero cabelludo.

– La aplicación nocturna es mas conveniente pues permite evitar, en el caso de los niños pequeños, la ingestión del acaricida aplicado en los brazos y manos; y, en el caso de los adultos, el rechazo a portar la crema durante el día. En muchos ocasiones se requieren hasta tres días sucesivos de aplicación. La crema no debe permanecer mas de 12 horas en el cuerpo debiendo, cada mañana siguiente, bañar al niño.

– Se debe hervir o aplicar plancha muy caliente a todas las prendas de vestir y dormir empleadas por el niño durante los días que estuvo enfermo.

Todas las personas que viven en el hogar deben aplicarse la crema acaricida. Así no tengan molestias deben aplicársela en todo el cuerpo, aunque sea por una sola noche. Como habíamos mencionado muchas de ellas pueden tener presente en su piel al parásito y si no lo erradicamos de todas se entrará en un circulo vicioso.

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