Doctora Dolmarys Marquez
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El origen de la halitosis recibe gran atención en la práctica de la salud debido a la importancia clínica que representa en el diagnóstico temprano de algunas enfermedades debido a que se relaciona con factores sistémicos determinantes.
Cuando se ha descartado la etiología de la halitosis oral se deben considerar las causas sistémicas en otros niveles del organismo.
Las condiciones extrabucales patológicas que pueden causar halitosis incluyen aquellas que afectan los órganos del cuerpo que se comunican con el exterior de la cavidad oral.
Este tipo es conocido como ‘halitosis sanguínea”. Los compuestos de mal olor originados en diversos órganos del cuerpo son transportados a través de la corriente sanguínea hasta los pulmones donde se volatilizan y provocan el mal aliento. Algunas fuentes potenciales de este tipo son algunas enfermedades sistémicas, trastornos metabólicos y en algunos casos ciertos medicamentos.
Dentro de estas condiciones se encuentran las alteraciones del tracto respiratorio, como la respiración bucal ya que se ve afectada la cantidad de saliva en la cavidad oral, la presencia de pólipos nasales afecta el aire expirado, la rinitis favorece el mal aliento y promueve el crecimiento bacteriano. También están las infecciones pulmonares como bronquitis, abscesos, neumonías etc.
Otras, son las alteraciones del sistema digestivo, se cree que los olores provenientes del estómago contribuyen a la halitosis, cuando lo que realmente acontece es que el esófago se encuentra colapsado y se ven afectado la cantidad de gases estomacales, pero sí muy ocasionalmente pueden pasar olores estomacales como en los casos de gastritis, ú lcera péptica, reflujo gástrico y hemorragia digestiva.
Otras enfermedades sistémicas son, la insuficiencia renal en la cual se presenta un olor a orina o amoniaco, por el contrario, en la diabetes mellitus debido al acumulo de cuerpos cetónicos en la sangre que a su vez son expulsados a través de los pulmones se presenta lo que llamamos aliento cetónico; sin embargo las patologías en el hígado debido a la disfunción hepática presentan un aliento agridulce (dulce y fecal) y en otras enfermedades autoinmunes se ve afectada la producción de saliva ocasionando mal aliento. Existen varios métodos para determinar el tipo de halitosis que padece, lo recomendable en primera instancia es la autopercepción, aunque es un método poco fiable puesto que las personas que sufren de mal aliento en muchos casos no lo saben o no lo perciben. Para la obtención de un mejor diagnostico se recomienda consultar un odontólogo y este le realizará una historia clínica general y completa para descartar alguna etología o enfermedad sistémica, historia médica familiar y será necesaria una exploración de la cavidad oral.