Una paciente de 38 años de edad que padecía una extraña enfermedad, identificada como Pénfigo Vulgar, que le iba comiendo la piel, e incluso el tejido muscular y no respondía a ninguno de los tratamientos que le habían aplicado, fue salvada por una enfermera que tuvo la iniciativa de tratarla con un bactericida.

Ocurrió en el Hospital Dr. Salvador B. Gautier, de Santo Domingo, capital de la República Dominicana, entre los meses de julio y agosto del año pasado, según la información ofrecida por la propia enfermera, Sonia Suárez, en el marco del Primer Congreso “Florence Nightingale”, celebrado recientemente en Caracas.

Durante la exposición del caso, la licenciada Suárez fue presentando la imágenes de cómo llegó la paciente, llamada Daisy Hernández, nativa de San Pedro de Macorís, y cómo iba evolucionando durante el tratamiento, hasta alcanzar su recuperación en un 90%, cuando le dieron de alta, a los 70 días, para que siguiera tratándose en su casa.

Daisy es modista, y todo empezó con la aparición de unas pequeñas burbujas en diversas partes del cuerpo, las cuales se rompían y por allí comenzaba un proceso de destrucción de los tejidos de la piel, e incluso de la masa muscular, lo cual le ocasionaba dolores intensos y le impedían seguir trabajando. Fue avanzando y ya no podía ni siquiera estar en pié.

En el hospital le aplicaron diversos tratamientos pero no respondía, la enfermedad seguía avanzando. Los glúteos, la espalda y el pecho ya estaban en carne viva. Fue entonces cuando la enfermera sugirió aplicarle gasas con Gerdex, un germicida de amplio espectro, a lo que los médicos no se opusieron porque, en realidad, Daisy ya estaba desahuciada.

A la semana de su aplicación empezó a notarse la mejoría, por lo que la licenciada Suárez sugirió que se suspendieran los demás medicamentos y solamente se quedó con la aplicación de Gerdex, mediante gasas que se humedecían tres veces al día.

A los quince días empezó a notarse el proceso de recuperación del tejido episteliar; a los 30 días era notoria la reducción de las áreas que estaban afectadas por la enfermedad, y Daisy podía caminar sola; a los 60 días, dos meses, casi toda la piel que había estado afectada se había cicatrizado. Diez días más tarde le dieron de alta y ella mismo podía seguirse aplicando el Gerdex en las pocas áreas que aún no habían cicatrizado

Lastimosamente, a finales de septiembre volvieron a aparecer las burbujitas y se determinó que eran producidas por su propio organismo, por lo que resultaban inmunes. Sin embargo, según la experiencia, puede ser controlada con el referido germicida, para que no vuelva a los niveles que tuvo el año pasado.

Es necesario aclarar que Gerdex no es un medicamento, sino que se utiliza para la esterilización de equipos, áreas e instrumentos quirúrgicos, sin embargo en Lima, Perú, ha dado excelentes resultados en el tratamiento de quemaduras; en Maracaibo, Venezuela, en el tratamiento de úlceras varicosas y, por iniciativa de la licenciada Sonia Suárez, en República Dominicana ahora también ha dado buenos resultados en el tratamiento del Pénfigo Vulgar. Daisy vuelve a tener piel.