El año que termina hoy fue malo para las enfermeras, ya que la epidemia de fiebre chikungunya y la amenaza de ébola les impidieron seguir en lucha para lograr un aumento salarial, afirmó ayer Aurelina Ulloa, presidenta de la Unión Nacional de Servicios de Enfermería Dominicana (Unased).

La dirigente gremial se refirió a los bajos salarios que devengan las enfermeras y dijo que en más de una oportunidad tuvieron listo su plan de lucha por lograr un aumento de salarios, pero se vieron compelidas a suspenderlos porque el país tuvo una epidemia febril y se comenzó la organización de la estrategia de prevención contra la amenaza de ébola.

Llamaron la atención de la ministra de Salud Pública, Altagracia Guzmán Marcelino, y del director Nacional de Salud en torno a la mala distribución que se ha realizado del personal de enfermería en los hospitales de la red pública.

Citó casos como el de los hospitales Luis Eduardo Aybar, Francisco Moscoso Puello y el propio traumatológico Ney Arias Lora.

En otro sentido, las enfermeras pidieron al Congreso Nacional que saque de la gaveta un proyecto de ley en el que han solicitado pensiones dignas para decenas de enfermeras que están viejas y enfermas, carentes de recursos.