Dos sindicatos que agrupan a la mayoría de enfermeras del país deploraron el progresivo  estado de deterioro de los hospitales públicos, situación que sufren en carne propia las servidoras de de la salud, ya que son el “paño de lágrimas” de los enfermos sin recursos para comprar los medicamentos, afectados por  falta de equipos y material gastable.

En rueda de prensa  separadas, la Unión Nacional de Servicios de Enfermería Dominicana (UNASED) y la Unión Nacional de Enfermería Dominicana, filial CASC (UNASE CASC), coincidieron en la urgencia de que el Gobierno baje de las promesas a los hechos y comience de inmediato a humanizar los centros asistenciales.

Señalan que las enfermeras se enfrentan en ocasiones a situaciones penosas, como las de pacientes que además de los males que padecen, lloran por la impotencia al tener que comprar los fármacos que les recetan los médicos, porque en la mayoría de los casos no los suple el hospital.