POR ALTAGRACIA ORTIZ GOMEZ
PEDRO BRAND.- Las autoridades del Hospital Psiquiátrico Padre Billini están preocupadas porque las cancelaciones de «llaveros», empleados que controlan las puertas, hacen que se fuguen del centro de asistencia hasta tres pacientes por noche.

Asimismo, solicitaron de la Secretaría de Salud Pública la entrega de una ambulancia y que le devuelvan la farmacéutica, quien fue trasladada a la sede del Programa de Medicamentos Esenciales (PROMESE).

Las informaciones fueron ofrecidas a HOY por la doctora Dulce Javier, psiquiatra y quien se desempeña como subdirectora de un hospital para el que trabaja desde hace años. En la actualidad ese centro de salud es dirigido por el doctor Pedro Fernández.

La doctora Javier asegura que varios de los porteros que ellos llaman «llaveros» han sido cancelados, lo que implica que los nuevos empleados deben ser entrenados. Recordó que cada empleado nuevo debe ser adiestrado para que sepa que trabaja en un hospital en el que pernoctan enfermos mentales.

«Hace unos días llegó una paciente en crisis que le arañó la cara a un portero, éste no reaccionó, porque ya está formado y sabe que esas personas actúan con violencia porque padecen una crisis en ese momento», dijo la especialista.

Los años que lleva observando un sistema de salud que no transciende y en el cual las reformas se quedan sólo en papeles, hacen que la doctora Javier luche por sus pacientes, pero crea poco en los bla, bla, bla.

Insiste en que las autoridades deben respetar la formación que han recibido los empleados de un hospital que trata con enfermos mentales.

«La persona que trabaja aquí debe gustarle su empleo, debe tener un sentido de amor, de solidaridad y de humanidad, porque se trata de personas que perdieron su mente», señaló la especialista.

Javier indicó que muchos pacientes parecen normales, pero en realidad están enfermos, si el empleado es nuevo, no puede advertir esa situación.

A su juicio, las autoridades deberían consultar las a quienes dirigen el hospital para poder nombrar o sustituir empleados. Esta vez fueron cancelados empleados hasta con 15 años de servicio.

La desmotivación y el desencanto se apodera de los llaveros del hospital psiquiátrico, porque llevan meses sin cobrar, a pesar de que son nuevos en el puesto.

También han sido cancelados los empleados de archivo, lo que dificulta la búsqueda de los expedientes.»Buscar en expediente de un enfermo es una aventura», expresa la subdirectora del hospital, quien asegura que familiares de pacientes van desde otros puntos del país y tienen que regresar sin la documentación necesaria.

Con respecto a los llaveros y porteros, las autoridades del hospital hacen gestiones para que Salud Pública reponga a los cancelados, sobre todo porque llevan hasta 15 y 20 años laborando y atendiendo pacientes.

LAS FUGAS

Las fugas de pacientes se producen en horas de la noche, cuando los llaveros cansados y desmotivados por la falta de pago, se marchan a sus casas.

Este fin de semana pasado se fugaron tres pacientes, pues por un asunto de humanidad, los pacientes no deben estar encerrados con alambres, como los viejos manicomios.

Sin embargo, para el bien de los pacientes, en muchas ocasiones los pacientes toman el camino directo hacia sus casas, cuando se fugan es porque se han mejorado, entonces el hospital establece la comunicación con los familiares quienes los regresan al centro.

El peligro de las fugas es que los pacientes sean atropellados por los vehículos que cruzan la autopista Duarte.

Por lo general, los pacientes crónicos que se escapan, se dedican a merodear por el barrio, de inmediato la gente los reportas y son recogidos.

ENFERMOS CRONICOS

En el hospital Psiquiátrico Padre Billini hay 57 enfermos crónicos que viven en el centro de salud, de esos 29 son hombres y 28 son mujeres.

Casi todos son muy viejitos, viven allí y sólo algunas instituciones los asisten para las navidades y otras festividades.

Han intentado colocar a los más sanos en los asilos de ancianos, pero casi en todos los centros de salud, aunque tengan unidades de salud mental, los pacientes son rebotados. Esos enfermos han sido abandonados por sus familiares.

Las principales enfermedades que padecen son esquizofrenia y estado del  ánimo bipolar, es decir, depresivos y maníacos.

Algunos enfermos mentales han sido llevados al hogar de Ancianos San Francisco de Asís.