Puentes, elevados y túneles de Santo Domingo se han convertido en los refugios de decenas de enfermos mentales y otras personas abandonadas por sus familiares, sin que ninguna autoridad se preocupe por su situación, a pesar de que una de las principales funciones del Estado es la protección de los ciudadanos.
Al menos 50 personas, entre enfermos mentales, ancianos y fumadores de estupefacientes (los llamados piperos) aprovechan estos lugares para protegerse de las inclemencias del tiempo.
El anciano Francisco Payano, por ejemplo, dice que lleva más de un año debajo del puente Presidente Peynado, a pocos metros de la estación Máximo Gómez del Metro de Santo Domingo, en el municipio Santo Domingo Norte.
Pero debajo del mismo puente, un poco más hacia el río Isabela, viene también en condiciones infrahumanas una pareja. Se trata de Leo Salvador Luna y Altagracia Lorenzo, quienes improvisaron una casucha de cartón y ropas viejas.
A pesar de sus condiciones, Luna dice que han sido víctimas de los delincuentes que llegan con la intención de violar a su mujer, por lo que han tenido que emplearse a fondo para defender su integridad.
Desiderio Espinosa vive debajo del puente seco de la avenida Paseo de los Reyes Católicos, en la avenida Máximo Gómez.
El se identifica como un coronel de 93 años pero no sabe decir cómo llegó a ese lugar aunque dice que tiene hijos.
A poca distancia, debajo del mismo puente, hay otros enfermos que se pasan las horas envueltos en cartones, aunque algunos transeúntes expresaron que su condición se debe a que eran consumidores de sustancias prohibidas.
En otras zonas. En el área verde del mercado Nuevo de la Duarte habían ayer tres enajenados mentales, entre ellos una mujer, y debajo del elevado de la avenida Máximo Gómez con Nicolás de Ovando otros cuatro se levantaban de sus camas de cartón y trapos.
La situación se repite debajo del elevado de la avenida 27 de Febrero, desde la Leopoldo Navarro hasta la Plazoleta La Trinitaria, donde al menos unos 20 enfermos mentales fueron observados.
En la Plazoleta La Trinitaria habían ayer cinco enfermos mentales, uno de los cuales estaba envuelto en mosquiteros en plena área verde.
Las claves
1. Como refugios
Más de 50 enfermos mentales viven debajo de los elevados, puentes y túneles de Santo Domingo, sin que llamen la atención de las autoridades, a pesar de que hasta la Constitución consagra que la protección ciudadana es una de las principales funciones que tiene el Estado.
2. No internan
Ya en el Hospital Psiquiátrico Padre Billini no internan a los enfermos mentales y cada día se multiplican en las calles y avenidas.