Enfisema pulmonar, enfermedad común en consumidores de tabaco

Enfisema pulmonar,  enfermedad común en consumidores de tabaco

En el pulmón del ser humano existen alrededor de 300 millones de alvéolos pulmonares funcionales. Estos son los pequeños espacios en forma de saco donde sucede el intercambio entre el aire recibido del exterior mediante la inspiración y el dióxido de carbono.

En este intercambio, el dióxido de carbono es eliminado en la exhalación para mantener el oxígeno en el interior de las células y mantener en equilibrio la función respiratoria.

De esa manera explica el proceso respiratorio el neumólogo internista Alfredo Matos Hoepelman, secretario general de la Sociedad Dominicana de Neumología y Cirugía del Tórax.

“El enfisema pulmonar debilita este intercambio debido a múltiples factores, entre ellos medioambientales, contaminación, consumo de tabaco, humo de segunda mano o exposición al mismo, así como factores genéticos, que son los menos frecuentes, entre otras causas”, señala.

Matos Hoepelman indica que esta enfermedad consiste en una alteración anatómica por la sobredistención o agrandamiento de los espacios aéreos distales al bronquio terminal, alveolos, acompañado de adelgazamiento, distensión y destrucción de la pared alveolar de manera permanente.

El aire en estos alveolos, entra en mayor cantidad, pero hay problemas al tratar de eliminar o sacar ese aire, lo cual causa que la sangre no pueda ser oxigenada y la contamina mientras circula por el cuerpo durante el bombeo de sangre.

“Esta enfermedad tiene un proceso lento y progresivo que se manifiesta de manera generalizada; es decir, no sólo afecta a los pulmones, sino que puede afectar a todos los órganos y sistemas del cuerpo, ya que los alvéolos se agrandan de tal manera que su capacidad se ve aumentada, como sacos o vejigas infladas, estrechando las vías respiratorias, destruyéndolas, ocasionando daños letales a cualquier nivel de nuestro organismo, como en el corazón y las grandes arterias, cerebro, músculos, huesos, etc., con carácter crónico, es decir permanente e irreversible”, asegura el médico especialista.

Alfredo Matos Hoepelman, quien fue pasado presidente del Círculo de Neumólogos Egresados del Hospital Dr. Salvador B. Gautier, señala que el enfisema pulmonar es una enfermedad que se presenta con mayor frecuencia en el sexo masculino, 80 %, que en el femenino (20 %). Además, se desarrolla durante la cuarta y quinta década de la vida, con un incremento a medida que aumenta la edad.

Origen. El especialista del Centro Policlínico Nacional, dijo que existen muchas causas que pueden ocasionar esta enfermedad, pero la más común es provocada por el consumo de tabaco o cigarrillos, “y actualmente la hookah que, como sabemos, contiene una gran cantidad de componentes químicos que dañan las paredes de los alvéolos, eliminando sus propiedades elásticas o capacidad de contraerse. El humo de segunda mano también es causa de enfisema”, señala.

Matos indica que el humo de leña o carbón, muy utilizado en las zonas rurales, también es dañino para los pulmones.

Cuadro clínico. Lo primero que lleva al paciente a la consulta del neumólogo es la disnea, o falta de aire, que al inicio puede ser a grandes esfuerzos, pero como este es un padecimiento progresivo, será a pequeños esfuerzos, llevando al paciente a un estado en el que hasta comer, hablar o descansar le resultará agobiante. “Aunque es importante saber que puede tener enfisema durante muchos años sin notar ningún signo o síntoma”.

Además de la disnea, “pueden estar presentes la tos crónica, con o sin esputo, sibilancias o pitos al respirar, crepitantes secos, capacidad reducida para realizar actividades cotidianas, cianosis o piel azulada, ansiedad, y pérdida de peso, sobretodo de la masa muscular, que lleva al paciente a la caquexia”.

El médico cuenta que el diagnóstico se realiza por la historia clínica, la historia de exposición tabáquica, radiografía simple de tórax, tomografía, prueba de función pulmonar o espirometría, que es la piedra angular o el llamado Gold Standard del diagnóstico, en donde se reflejarán los datos de obstrucción al flujo aéreo, ya que sin una espirometría, no hay diagnóstico de enfisema (EPOC).

Otras pruebas o estudios que se pueden realizar son analíticas de rutina, los gases arteriales o un ecocardiograma, donde se visualizará la función cardíaca del paciente.

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