Enfrentamiento PLD-sector privado

Enfrentamiento PLD-sector privado

De repente, y a escasos días de la celebración del primer aniversario del gobierno del PLD, triunfador del 16 de mayo del 2008, han brotado, como abrojos en la sabana, una serie de disgustos oficiales en contra del empresariado, reflejándose en una pintoresca sarta de epítetos para tratar de denigrar a los hombres de empresa reclamando transparencia al gobierno.

Desde el bautizo como buitres, pasando por los que buscan ventajas de vaca muerta hasta amenazarlos con eliminarles unas exenciones oficiales para favorecer a las clases más necesitadas con artículos alimenticios que no reflejen el ITBIS, hay todo un rosario de letanías acusatorias del PLD en contra de un sector del empresariado que no está de acuerdo con la forma alegre del gasto oficial, con su consiguiente escape hacia un despilfarro rampante y exhibiciones ostentosas de riquezas.

Sin embargo, el presidente Fernández, quiso echarle agua al vino cuando en el Consejo de Gobierno, celebrado en Hato Mayor, acogió varias sugerencias del CONEP para un nuevo modelo económico de desarrollo y darle el frente a la problemática de la educación, lo cual sin dudas es el mayor proceso de desintegración social y familiar, conmoviendo los cimientos nacionales en un futuro cercano.

Podría suponerse que el disgusto de los tratos anteriores, tanto de los funcionarios como de la cúpula empresarial, tiene su origen en el derrotero de disminución en los ingresos oficiales, lo cual no permite exagerar el despilfarro y debería obligar a una disciplina del gasto al gobierno, al cual se resiste por las próximas elecciones del 2010.

El aumento y exhibición grosera de riquezas, y variados gastos, es lo que ha enervado a la población, a sus clases pensantes y a la empresarial, que unido a la conducta innata de los peledeístas, los ha empujado a colocarse en un bajo nivel de aceptación, provocando el resurgir de un partido que se desacredita cada vez que disfruta del poder como es el PRD.

Naturalmente, que el mal manejo de la crisis energética, con su tanda permanente de apagones, de acusaciones y promesas falsas, contribuye a herir a una maquinaria política bien preparada, pero siempre ha subestimado el sentimiento popular, considerándolo como una simple cifra, o una nota al margen de las páginas de sus modelos de desarrollo.

El estado latente de confrontación, entre los sectores responsables de las riquezas y la estabilidad nacional, es debido a una pugna para evitar llevarlos a un estado de supuesta felicidad generalizada en un sistema socializado del siglo XXI, al modelo chavista. Ojalá que las palabras presidenciales sean el inicio de un nuevo comportamiento oficial sin arrogancias y se armonicen las relaciones entre los sectores que generan riquezas.

La confrontación actual es muy similar a la que ocurrió durante la primera administración peledeísta de 1996 al 2000, que en medio de las protestas populares, casi permanentes en los cuatros años, mantuvieron un clima de acoso al empresariado similar a la de ahora sin el paquete fiscal de aquella ocasión.

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