Concluida en el 2009, la presa de Pinalito, construida en el lecho del arroyo Tireo, no ha llenado las expectativas de producción de energía como se vendió para hacerla factible. Todavía no se ha logrado, que con las dos turbinas, generar un total de 50 mil kilos en base a un caudal regulado de 3,5 metros cúbicos por segundo.
El pasado día de Las Mercedes, una intensa lluvia afectó las montañas de Constanza y también a la zona de Tireo. Entonces la presa de Pinalito y su exiguo embalse de 3,5 millones de metros cúbicos se llenó de sedimentos y basura provenientes de los despojos de la zona agrícola circundante.
Construida en las cercanías del poblado de Tireo y de Constanza, Pinalito represa el agua de un pequeño arroyo que sirve de sustento a decenas de familias que viven de una agricultura muy productiva, rentable e intensa. Por lo tanto, casi todo el volumen del agua del arroyo Tireo, es derivado hacia las parcelas de los agricultores, dejando el embalse con un almacenamiento muy reducido.
El intenso uso de los suelos, con el agua del arroyo Tireo, no permite acumular el agua suficiente para ni siquiera en las horas picos de consumo, producir la capacidad instalada de kilovatios. Durante varios días al mes las turbinas no funcionan para la producción de energía. La presa construida de hormigón con el sistema de rodillado tiene 56 metros de altura, diseñada para almacenar solo unos 3,5 millones de metros cúbicos de agua. Desde cierta altura cerca del fondo de la presa, el agua es enviada, por un túnel de 11 kilómetros de largo, al embalse de la presa de Blanco, en Bonao, con una caída de 570 metros. Si hubiese agua suficiente sería un proyecto muy atractivo y económico, que aprovechando ese desnivel, convertiría el agua en energía eléctrica al turbinarse por las dos turbinas Francis de 25 mil kilos cada una colocada en la Central en la cola del embalse de Blanco.
El proyecto de Pinalito costó unos $400 millones de dólares. El costo por kilovatio instalado fue de $8 mil dólares u $8 millones de dólares por cada megavatio instalado. Esto resulta muy costoso cuando la práctica internacional indica que el costo no debe ser mayor de $4 mil dólares por kilovatio. Este dinero se obtuvo en base a uno de los organismos de financiamiento de Brasil que tan generosamente ayudaron a los gobiernos dominicanos en los pasados 15 años. En Pinalito se concentra el mayor volumen del dinero desviado hacia maniobras dolosas que a tantos funcionarios del siglo XXI ha enriquecido.
El proyecto de Pinalito no es rentable. Su baja generación de energía obliga a tenerla apagada durante períodos de tiempo a la espera de que el agua se acumule en el embalse. Solo puede turbinar agua en las horas picos, que se consideran el período de tiempo que va desde las seis de la tarde hasta la once de la noche, período de tiempo de mayor demanda de energía. Además, la mayor parte de esa agua, está comprometida con la agricultura de hortalizas de alto rendimiento. Se estima que una tarea de tierra cultivada en el valle del Tireo, aprovechando el agua del arroyo, genera una producción de hortalizas superior a los $25 mil pesos por tarea por año.
Las paredes del embalse cerca de la presa confrontan peligros de una grave erosión. Esto ya ha requerido trabajos urgentes de reparación para evitar males mayores. Eso indica que las paredes del pequeño embalse deben ser evaluadas cuidadosamente para evitar que esos deslizamientos afecten otras áreas y mucho menos en las cercanías de la estructura de la presa.
Las tierras del valle de Tireo, junto con el de Constanza, han abierto sus entrañas para producir una gran riqueza a quienes la aprovechan intensamente. Esto ha llevado a una sobreexplotación de los dos valles, ocasionando severos daños a las reservas de aguas subterráneas extraídas sin el control de las autoridades. Los acuíferos han mermado en la producción de agua, y los arroyos como el Tireo, han agotado sus caudales agravando la situación de la presa de Pinalito y su producción de energía. La agricultura, mediante pozos, continua floreciente en el valle del Tireo, atrayendo a mas agricultores que ven en la región una fuente segura de beneficios.
El panorama indica que en un futuro no muy lejano, las turbinas de Pinalito cesarán de generar energía como casi ya lo están. Se quedará como una reserva del sistema nacional de producción de energía para casos de emergencias de la red nacional. Solo operaría previo llenado del embalse y enfrentar la emergencia que se haya presentado en la región del Cibao.