El Comité Gestor del denominado “Movimiento Conciencia Nacional” representado por sus voceros Dr. Emmanuel Esquea Guerrero, Ing. Eulogio Santaella, Lic. Federico Lalane José y Arq. Leopoldo Franco, presentó sus cartas credenciales en el acostumbrado almuerzo que promueve el Grupo de Comunicaciones Corripio, contando con la presencia muy distinguida de don José Luis (Pepín) Corripio, Juan Bolívar Díaz y José Alfredo Corripio.
Las diversas exposiciones referenciadas al carácter, propósito, causas y motivos, y el objetivo inmediato del movimiento, me retrotrajo de inmediato por su similitud, a 20 años atrás de Gardel cuando, un 8 de junio de 1999, un comité gestor respaldado por de más de 65 firmas de ciudadanos y ciudadanas respetables y gente humilde, honesta con vocación democrática, bajo el nombre de ¡Atrevernos! lanzaba una propuesta pública a la nación “buscando abrir nuevos rumbos en una época caracterizada por el descreimiento generalizado” no solo de los partidos políticos y sus gobiernos, cuya praxis los aleja, a unos más que otros, de su esencia democrática y supuestas virtudes.
¡Atrevernos! se identifica entonces como “un espacio ciudadano de participación y proposición política amplio y pluralista, cuya identidad y unidad interna se irá construyendo en base a los consensos posibles entre sus integrantes, a partir de la implementación de métodos participativos y una nueva práctica política.” Siguiendo, el pensamiento de Duarte, tal vez de Mandela, “!Atrevernos! surge para auspiciar esa unión. No para antagonizar al pueblo según sus banderías políticas…. “El proyecto de construir una nación nueva, diferente, trasciende el grupismo y las afiliaciones de militantes que tanto daño han causado a la colectividad y supone, ante todo, un liderazgo nuevo surgido de una autoridad moral ganada por la consecuencia y coherencia con la palabra empeñada, por los méritos ciudadanos.” Por su conducta.
Al referirse a esto último, ¡Atrevernos! sienta las bases de su filosofía de buen gobierno “fundada en sólidos principios éticos y morales . Transparencia y rendición de cuentas en la financiación y en el manejo de todo recurso económico. Y Advertía: “Los adherentes y simpatizantes de los propósitos de ¡Atrevernos! no son clientes de los dirigentes o candidatos, sino ciudadanos que consciente y responsablemente asumen un compromiso pensando en el bien común.”. “
Llegado a este punto alguien pudiera preguntarse: ¿Cómo un proyecto tan bellamente meditado no cuajó? La respuesta nunca es simple: -Nos precipitamos. Las condiciones no estaban dadas. Aspirábamos a un cambio, una transformación sustancial, donde la soberanía popular gobernara y descuidamos el método, cómo lograrlo.