Enhorabuena

Enhorabuena

La respuesta positiva del Gobierno a los reclamos de financiación por RD$400 millones en condiciones preferenciales hechos por los productores de banano, constituye un gran alivio para un sector severamente castigado por las inundaciones  derivadas del paso de las tormentas Noel y Olga.


  Las plantaciones de banano orgánico fueron arrasadas por la creciente del Yaque del Norte justo en momentos en que el mercado de la Unión Europea dejaba sin efecto restricciones que pesaban sobre nuestras exportaciones bananeras hacia ese importante mercado.
La República Dominicana es pionera en la exportación de banano orgánico hacia el mercado europeo y la demanda ha ido en constante aumento, hasta llegar a la etapa de apertura total que sería aprovechada por primera vez con la cosecha destruida por las riadas.
Se espera, pues, que la financiación anunciada ayer por el Banco Agrícola, a una tasa de 6%, llegará oportunamente a los productores bananeros y que el Gobierno les asistirá en el acondicionamiento de terrenos que fueron invadidos por sedimentos indeseables.

¿Listos?
Alan Greenspan, que fuera presidente de la Reserva Federal y gurú en materia económica, entiende que la economía de su país, Estados Unidos,  marcha hacia una recesión, si no es que ya ha entrado en ella.
Una aguda crisis hipotecaria, desvalorización del dólar, un índice de desempleo nunca visto desde el 2005 y alzas petroleras indetenibles se conjugan entre los factores que están ralentizando la economía más importante del mundo.
 Los procesos recesivos en las economías grandes tienen un efecto dominó que arrastra al mismo abismo a las economías más pequeñas y estrechamente relacionadas con el país en recesión.
En nuestro caso, el grado de dependencia de la economía dominicana en relación con la de Estados Unidos es tan alto, que una recesión en aquel país podría revertir toda nuestra bonanza y estabilidad económica.
 Basta decir que exportamos hacia Estados Unidos el 86% de nuestra producción y recibimos, por concepto de remesas de los dominicanos residentes en esa nación, una proporción bastante alta de nuestros ingresos en moneda fuerte.
 Nada podemos hacer para frenar el proceso recesivo de nuestro principal socio comercial, eso es verdad.
¿Pero qué estamos haciendo para poder resistir y moderar los efectos catastróficos de una ralentización prolongada en Estados Unidos?
Lo dejamos como tarea.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas