Enjuague oral, un aliado para la salud

Enjuague oral, un aliado para  la salud

El enjuague bucal es un coadyuvante de la higiene oral. Dependiendo de su composición química previene, protege y disminuye efectos secundarios de afecciones orales.

Generalmente son indicados para la prevención de la caries dental y enfermedad periodontal, para controlar el mal aliento, suplir la ausencia de la saliva, disminuir la formación de placa bacteriana y en pacientes con hipersensibilidad.

Conocer y manejar con precaución su composición química es un factor de suma importancia no solo para lograr los beneficios deseados, también para evitar consecuencias negativas que pueden afectar no solo la salud oral, sino también la salud general del paciente.

El profesional de la salud oral, específicamente el odontólogo es el indicado para recomendarle al paciente el enjuague que debe utilizar, él tomará en cuenta factores simples, pero importantes, a la hora de seleccionar el producto.

Es importante que se utilice la cantidad correcta, la cual está indicada por el fabricante, así como los tiempos necesarios; hay enjuagues de uso diario, otros de uso semanal y otros (generalmente los que actúan con relación al aliento), que pueden ser utilizados varias veces al día.

La concentración recomendada por la casa farmacéutica debe ser respetada: no todos los enjuagues deben ser diluidos. Si no se respeta este aspecto, su acción no será la deseada. Por el contrario, si este debía ser diluido y se utilizó puro, es probable que el paciente padezca de hipersensibilidad y manchas en las superficies dentarias.

El enjuague bucal debe permanecer en la cavidad oral por el tiempo recomendado por las instrucciones; si este tiempo no está especificado, de 20 a 30 segundos es suficiente. Durante ese periodo el paciente debe mantenerse haciendo gárgaras para asegurar así que el producto llegue a toda la superficie de la boca. Enjuagues orales con alcohol no deben ser utilizados en pacientes menores y adolescentes, solo en adultos, de igual manera los enjuagues con azúcar añadida no son recomendables para diabéticos.

El enjuague oral es un coadyuvante de la higiene oral, jamás un sustituto de esta. Una correcta rutina de higiene oral incluye cepillo, hilo y pasta dental, la misma debe ser realizada al despertarse y después de cada comida.

Sin lugar a dudas, los enjuagues ayudan y benefician significativamente al pleno disfrute de una buena salud oral y una hermosa sonrisa. De hecho, han sido utilizados desde la antigüedad. La civilización china hace referencia de estos desde el 2700 d.C. para el tratamiento de la gingivitis; además griegos y romanos los utilizaban en su higiene diaria. Hipócrates lo recomendaba a base de sal, alumbre y vinagre.

Hoy, gracias a los avances tecnológicos, todos podemos disfrutar de los beneficios de este.

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