ASUNCION (AP).- El ex presidente paraguayo Luis González Macchi, de 55 años de edad, comenzó el miércoles a enfrentar un nuevo proceso por el presunto manejo irregular de un préstamo de las Naciones Unidas, según informó la justicia.

El ex jefe de Estado es militante del oficialista Partido Colorado, en el poder ininterrumpidamente desde el 13 de enero de 1947.

La jueza Blanca Gorostiaga dijo a periodistas que hizo lugar a una denuncia de la fiscala Alba Delvalle, de Asuntos Económicos, contra González Macchi por el supuesto delito de «lesión de confianza»» durante la gestión gubernamental, entre 1999 y 2003.

La magistrada indicó que el ex mandatario deberá declarar el 2 de febrero.

Delvalle, por su lado, informó que el 31 de diciembre pasado presentó la imputación no sólo contra el ex jefe de Estado sino, además, contra el ex ministro de Justicia y Trabajo Silvio Ferreira; y los ex ministros de Agricultura Lino Morel y Darío Baungarten.

Los tres fueron acusados del presunto uso irregular de 7,5 millones de dólares prestados por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

El dinero fue administrado por la Unidad Ejecutora de Proyectos (UTEP) para asistir a 1.700 familias pobres del departamento San Pedro, a 250 kilómetros al norte de Asunción. Aparentemente, el dinero desapareció al tiempo que se encontraron comprobantes de gastos «inaceptables para la fiscalía por no reunir requisitos del reglamento contable de administración pública»», según dijo Delvalle.

González Macchi tiene abiertos otros procesos bajo los cargos de corrupción durante su gestión, entre ellos uno en el que aparece como presunto instigador de otro delito de lesión de confianza por el desvío de 16 millones de dólares del Banco Central hacia el Citibank, de Nueva York, avalando una operación denominada «inversión de alto riesgo»».

Antes, fue involucrado como presunto cómplice de la firma de un contrato de traspaso del sector público al privado de la entonces Administración Nacional de Telecomunicaciones (Antelco), por 500 mil dólares, a través de una escribanía particular y no por la del Estado. sin embargo, fue sobreseído en la causa.

En 2001, además, fue sobreseído de una causa penal abierta por la posesión de un automóvil lujoso robado en Brasil. La justicia consideró que fue un comprador de buena fe y el vehículo fue devuelto a la empresa aseguradora brasileña.